Los siete meses de gestión del alcalde Pabel Muñoz se pusieron sobre la mesa en la sesión solemne del 6 de diciembre. La autorrendición de cuentas fue evidentemente positiva. EXTRA conversó con algunos quiteños para que hagan su propia evaluación de esta gestión municipal. “Creo que aún es muy pronto para evaluar”, dijo Carlos Montenegro, un jubilado.

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Destacó el inicio de operaciones del Metro de Quito, aunque está consciente de que fue un trabajo de varias administraciones. “No se visualiza ninguna obra en concreto”, dijo.

Para otros como Sadí Sotalín, una estudiante de Sociología, más allá del mantenimiento de parques, no ha visto otros proyectos ejecutados en la ciudad. “Quizá porque no estoy por los lugares donde se hacen”, bromeó.

Cree que uno de los temas pendientes es la mejora de la movilidad en la urbe, pues las actividades estudiantiles y laborales son las más afectadas. “A veces hay tanta desorganización que he llegado atrasada”, contó.

Miguel Villamarín, también jubilado, sí está conforme con la gestión de burgomaestre. “Sí se ve que ha hecho obras. Yo estoy tranquilo”, aseveró.

Aun así, opina que hay cosas pendientes como la seguridad. “Todavía necesitamos vivir tranquilos”, agregó.

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La docente Natalia Cevallos cree que la administración ha sido relativamente buena porque aún quedan cosas que subsanar. “Hay que recordar que venimos de otro alcalde que hizo todo al apuro”, opinó.

Muñoz dijo que “si mañana tuviera que dejar este encargo, me iría tranquilo”. Para los quiteños, lo más importante es que los procesos se sostengan, sobre todo en temas de movilidad, pues la alegría del Metro se borra al usar los buses en superficie.

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