Una relativa calma reina en el Centro de Privación de la Libertad Número 1 de Azuay, tras el retorno paulatino de los servicios, muchos de ellos suspendidos, luego de la matanza del domingo 3 de abril del 2022 y que dejó 20 fallecidos como consecuencia de un enfrentamiento entre dos grupos. Los cuerpos de las víctimas, en su totalidad fueron ya retirados por sus parientes del Centro Forense de Cuenca.

La alimentación a los 1560 internos, entre mujeres y hombres que al momento se hallan recluidos, fue normalizándose tras un recorrido de las autoridades que determinaron y confirmaron el control total del centro carcelario. 

De acuerdo a datos oficiales, el traslado a la cárcel de Guayaquil, La Roca, de los cinco reclusos presuntos mentalizadores del hecho sangriento: Eduardo Vicente Moreira Paredes, Fredy Marcelo Anchundia Loor, Alexander Quezada San Martín, Marvin Rodrigo Cortés Ramírez y Juan Andrés Mejía Bermúdez; lejos de generar conflicto, a comenzado a sembrar paz en el reclusorio.

A esa acción se suman requisas constantes en todos los pabellones y en horarios distintos, con el fin de limpiar de armas artesanales y otros elementos prohibidos, que el algún momento pudieran ser usados, adujo el director del centro, Pablo Cueva.

Que se mantienen pendientes y listos para actuar en cualquier momento y ante posibles eventualidades inmediatas o posteriores, dijo Cueva tras confirmar que bajo protocolos de seguridad se cumplieron: la atención médica y ayuda sicológica de 122 privadas de la libertad, las que momentáneamente fueron llevadas, la tarde del martes 5 de abril, a un local de propiedad del gobierno, en el cantón Gualaceo. A ellas ya se las trajo de regreso y se hallan en los pabellones de mujeres, citó Pablo Cueva