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Quito: Los controles policiales y militares aplacan el miedo ciudadano

La gente pide que los operativos sean tan frecuentes que elimine a la criminalidad definitivamente

Controles militares
Las Fuerzas Armadas, en conjunto con la Policía Nacional, realizan operativos frecuentes en zonas de la capital consideradas críticas.Henry Lapo

Vivir en la capital se ha convertido en una dualidad de sentimientos, luego de que la violencia en manos del terrorismo azotara al país en la segunda semana de enero.

Hay calma cuando la gente mira la presencia militar y policial en las calles, pero el miedo vuelve con fuerza ante la omnipresente amenaza terrorista.

Fricson Luna, de 53 años, lo experimentó este 12 de enero, cuando se cerró un tramo de la avenida Mariscal Sucre, detrás de la terminal terrestre de Quitumbe, en el sur de Quito, por una alerta de bomba en la zona.

“Fueron cerca de tres horas de pánico. Una funda estaba tirada en la calle y cuando los agentes la revisaron, se determinó que no era un artefacto explosivo sino ropa”, contó este vendedor ambulante de jugos de caña y coco, quien no puede quedarse en casa a pesar del temor, porque debe subsistir.

Cuando todo acabó, Luna volvió a sentirse tranquilo, mucho más con la presencia de la Policía y las Fuerzas Armadas. “Deberían hacer los controles permanentemente, porque así nos sentimos más seguros”.

  • Los choros ‘soplan’
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La policía usó un robot para determinar si el objeto encontrado en la terminal era una bomba.René Fraga

Ese mismo sentir lo tienen las personas que viven y trabajan en La Marín, centro de la capital. Ayer, un fuerte operativo militar y policial se desarrolló dentro de las estaciones de la Ecovía, así como en los alrededores, lo que llenó de alivio a la gente de esta zona azotada por la delincuencia.

“Hay más comodidad por la presencia de los soldados y policías. Por eso pedimos que se queden para controlar a individuos que son problemáticos”.

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Y justamente en este punto los ‘choros’ se ausentaron, al menos unas horas, al ver que se intensificaron los operativos de control tras una alerta de bomba que se registró la mañana del 11 de enero.

“Los delincuentes ya saben esta rutina. Por eso vuelven cuando todos se han ido. Queremos que los patrullajes sean mucho más frecuentes, para que esta realidad cambie definitivamente”, pidió Javier Perugachi, vendedor de frutas en La Marín.

  • No todo debe ser temor
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Ciudadanos estaban angustiados. Finalmente se supo que el supuesto artefacto explosivo era solo una funda con ropa.René Fraga

El pánico en el que están sumergidos los quiteños por los constantes ataques terroristas con explosivos y las amenazas registradas en los últimos días, podría generar un estrés agudo social, advirtió el médico psiquiatra y psicoanalista Armando Camino.

El experto sostuvo que la ciudadanía lleva acumulando impactos emocionales desde la pandemia de covid, y ahora que todos estamos tratando de superar las secuelas y adaptarnos a un nuevo modelo de vida, viene la crisis de inseguridad.

Camino añadió que esto genera síntomas de ansiedad, depresión, estrés y trastornos de sueño. En el contexto que vivimos actualmente, según el psiquiatra, se producen cambios de comportamiento en la población. “Se vuelven más sensibles, más evasivos, más cautelosos”. Por eso, en la capital los ‘chullitas’ están con la incertidumbre de ser víctimas de algún atentado y todo parece sospechoso.

El psicoanalista explicó que para controlar el estrés agudo social, las personas deben optar por ciertos mecanismos, como controlar el entorno familiar y laboral con medidas de protección, dormir adecuadamente, alimentarse bien, interrumpir los pensamientos negativos y distraerse con el entorno.

Wilson Pavón, comandante de Policía de la capital, manifestó que la vida cotidiana de los quiteños ha cambiado y que es imprescindible “trabajar en gestión de riesgo”.

En este sentido, el oficial recomendó no ‘parar bola’ a las noticias falsas, que “juegan con la psiquis de la colectividad”. Considera que lo mejor en estos casos es estar informado por los canales oficiales.

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