Exclusivo
Actualidad
Quito: Un crimen al estilo sicariato se registró en la plaza Cívica de Carapungo
La víctima se divertía en un futbolín cuando llegó un tipo y le disparó por la espalda. La gente salió despavorida al escuchar los plomazos.
A Francisco Andrango lo ‘cazaron’ mientras se pegaba un partido en el futbolín de la feria navideña de la Plaza Cívica de Carapungo, en el norte de Quito.
La víctima, de 39 años, fue tiroteada por la espalda por un individuo que llegó caminando hasta donde él estaba.
“Creo que eran las siete de la noche (del miércoles 14 de diciembre) cuando el señor (Andrango) vino con una chica y pidieron que les alquiláramos el juego”, contó uno de los trabajadores del sitio, quien evitó ser identificado.
Hombre fue abatido a balas en Anconcito
Andrango destacaba entre las personas porque vestía una chompa de color amarillo intenso. Su acompañante, en cambio, pasó un tanto desapercibida.
En cuestión de minutos, llegó el sicario. “Era un tipo alto, que estaba encapuchado”, detalló otro testigo que también se negó a dar su identidad por miedo a represalias.
En ese momento, sacó un arma y disparó, según los presentes, por cinco ocasiones. Los balazos fueron directo a la espalda de Andrango, quien se desplomó cerca del futbolín en el que jugaba.
En cambio, su compañera salió despavorida y gritando con el tronar de la pistola.
Antecedentes
El público de la feria se aterró con el ataque y buscó un refugio para que las balas no los alcanzara. Al tiempo, alguien llamó a la Policía que tiene un cuartel del Grupo Especial Móvil Antinarcóticos (GEMA) justo al frente de la Plaza Cívica.
Luego se convocó a los investigadores de la institución para indagar el hecho. Gonzalo Guzmán, jefe de Operaciones de Calderón, contó que el ataque pudo tratarse por un tema de drogas.
Esmeraldas termina el estado de excepción con 488 muertes violentas
Se llegó a esa deducción porque, a decir del oficial, Andrango no solamente era consumidor de estupefacientes, sino que también vendía ‘merca’. “El señor tenía antecedentes penales por tenencia de drogas y de armas de fuego”, acotó Guzmán.
Sin embargo, el jefe policial detalló que las investigaciones demostraron que el sicario estuvo acompañado de otro sujeto. Ambos huyeron a pie y no se les identificó algún tipo de automóvil que los ayudara a escapar del lugar.
Aunque los testigos dijeron que los plomazos fueron en la cabeza, el informe preliminar señalaba que en realidad las heridas estaban en la parte trasera del tórax. Se hallaron dos balas y dos vainas percutidas cerca del futbolín.
