Un hecho macabro puso los pelos de punta a los habitantes de la provincia de Manabí. Los restos del cuerpo de un hombre, resumidos en huesos y cenizas, fueron hallados el 16 de abril en una construcción abandonada de la vía Montecristi - Guayaquil, a 5 kilómetros de La Pila, del cantón Montecristi.

La víctima es Moshe Dayan Kujar Mena, comerciante colombiano, quien habría sido torturado, desmembrado y calcinado. El hallazgo se dio luego de una investigación de la Unidad Nacional Antisecuestros de Manta (Unase) y la Dirección Nacional de Delitos contra la Vida y Muertes Violentas (Dinased).

Peritos hallaron dos sacos de carbón, amarra plástica, restos de neumáticos quemados; evidencias que hacen presumir a los agentes que los captores no quisieron dejar rastros.

La Policía presume que a Kujar lo descuartizaron antes de matarlo. Sus restos permanecen en el Centro Forense de Manta. Allí se hará una pericia con restos del ADN, luego se cotejará con un fluido sanguíneo de un familiar para corroborar la identidad. Este proceso durará tres meses.

Inicio de la pesadilla

El 30 de marzo Kujar llamó a sus parientes indicando que lo habían secuestrado, pidió $ 6.000 para su liberación. Sus allegados dieron el monto solicitado, pero la víctima siguió retenida. Según informe policial, los pillos exigieron seis ‘lucas’ más. Fue allí cuando denunciaron el hecho a la Policía.

Unase activó la investigación ‘Protocolo de crisis’ y reunió datos sobre los captores. El 15 de abril, en un allanamiento en Portoviejo, detuvieron a cuatro supuestos responsables del crimen.

El general Freddy Sarsoza, director nacional de la Dinased, informó que durante la incursión se ubicó el casco que usó Kujar cuando fue interceptado por unos sujetos; asimismo, dos revólveres, 42 cartuchos, seis celulares, una laptop, dos vehículos (taxi y otro particular).