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Buena Vida

Las plantas, el poder de lo natural

En Ecuador hay cerca de 3.200 plantas con beneficios medicinales. Pueden ser un complemento al tratamiento.

Imagen Imagen plantas medicinales
Son de ayuda en problemas digestivos y respiratorios y en el control de los dolores.Extra

Para los nervios, valeriana. Y si no puede dormir, prepare una buena infusión de toronjil, pero si lo que busca es un antiparasitario, allí tiene al llantén... La lista de plantas y sus beneficios parece interminable. Hay opciones para los casos de cólico menstrual, dolor de muelas, problemas digestivos... En el mundo crecen más de 28.000 especies con poderes medicinales y en Ecuador están 3.200 de ellas.

Un estudio de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE) reveló esta cifra y mostró que casi todas son nativas, excepto un 20 % que han sido introducidas en el país.

Eso sí, de muchas de las que nos rondan se han creado leyendas. Se decía, por ejemplo, que el floripondio era el té del diablo y que las mujeres ponían la flor bajo la almohada de sus esposos para que ellos quedaran profundamente dormidos y evitar así que salieran de casa. Hay quienes lo recomiendan contra el insomnio, aunque es una planta con la que se debe tener cuidado, pues se la relaciona con la escopolamina.

Existen otras que se van poniendo de moda. Esta es la época de la moringa, la que hizo famosa el expresidente cubano Fidel Castro; de la cúrcuma, del ginseng, del jengibre... Tanta fama van adquiriendo que hasta se han creado apps para que la gente pueda tener en su celular todas sus propiedades y formas de consumo. Son parte de la medicina ancestral. Los médicos admiten sus beneficios, pero eso sí aclaran que en caso de enfermedades crónicas deben ser un complemento al tratamiento (no el tratamiento en sí) y siempre con la aprobación del especialista.

“Las plantas desde nuestros ancestros han brindado su contingente al proceso de sanación de muchas enfermedades”, explica el doctor Juan Ramírez, especialista en medicina alternativa y docente. Y cita entre las más conocidas en nuestro medio a la manzanilla, con poder antiinflamatorio; al anís y al orégano, que se utilizan para la eliminación de los gases, mientras que la achochilla ayuda a controlar los niveles de colesterol y triglicéridos, y el sauce es un aliado contra los dolores y la inflamación.

Pero como sucede con los medicamentos, hay un tiempo y una dosis sugerida. Consumirlas de manera prolongada causa daño, pues puede producirse un proceso tóxico, explica el especialista.

Con cuidado

Andrea Tinoco, licenciada en Nutrición y Dietética, máster en Ciencias Biológicas Naturistas y especialista en Macrobiótica (alimentación basada en plantas para prevenir y curar enfermedades), dice que no se trata de tomarlas solo porque un amigo o vecino nos recomendó. Cada una, al igual que los fármacos, tienen sus contraindicaciones. Basta ver páginas especializadas. Un ejemplo es el toronjil, bueno para ayudar a dormir, pero quienes padecen de tiroides deben evitarlo. Otras no son ni para niños ni embarazadas. Por eso, si la persona que está enferma, en gestación o es un niño, es mejor consultar sobre su consumo al especialista.

Si está sano, adelante. Las plantas tienen propiedades de todo tipo. Están las que atacan ciertos síntomas, otras que luchan contra las bacterias, los virus y los hongos y hay otro grupo que se encarga más de tratar las heridas, lesiones y desórdenes del sistema digestivo.

Los nervios: Si está nervioso, la hierbaluisa, la canela, el limón, el orégano y, principalmente, la valeriana son conocidos por sus beneficios calmantes.

Males respiratorios: Cuando se trata de resfriados, tos, gripe o inflamaciones de la garganta, el eucalipto es uno de los que calman los síntomas. También están la zaragoza, el llantén, el limón y la hoja

del aire.

Lo digestivo: Si padece de cólicos, dolor de estómago o diarreas, una buena opción es el toronjil. En estos casos también puede consumir moringa o infusiones de menta o de orégano.

Los dolores: Los dolores de cabeza o de oído se pueden tratar con la famosa hoja del aire, con llantén, menta, noni, ruda u orégano. De estas, se utiliza el tallo, las hojas y las flores.