El tema de las relaciones amorosas siempre resulta complejo. Mientras unos viven lo que piensa será el ‘amor eterno’, otros ni siquiera creen en él pero hacen el intento por no ‘morir’ en la soltería.

Entender los flechazos de cupido puede ser un verdadero dolor de cabeza, que empeora aún más cuando los nervios te sobrepasan. Por eso, Extra ha recopilado unos cuantos estudios e investigaciones que te ayudarán a descifrar la realidad y el mito en las relaciones de pareja.

Mito 1: “Te amo con todo mi corazón”

Cuántas veces no has escuchado o dicho esta frase, un total cliché para expresar la gran atracción que sientes por la otra persona. Lo cierto es que esto no tiene nada que ver con tu músculo cardiaco y, por sorprendente que parezca, está más relacionado con el cerebro.

Según la investigación de la doctora Helen Fisher, de la Universidad de Rutgers, el amor romántico se puede dividir en tres categorías: lujuria, atracción y cariño. Todas y cada una de estas categorías son el resultado de la secreción de hormonas como testosterona, estrógenos, norepinefrina, serotonina, oxitocina y la vasopresina.

Mito 2: El poliamor es más satisfactorio que la monogamia

Se podría decir que existen dos tipos de respuesta para este mito. La primera, muy subjetiva, ya que depende de los gustos y preferencias de cada persona puede dar la razón a esta hipótesis. Es lógico que si te gusta tener varias parejas lo encuentres beneficioso.

La segunda en cambio llega por el lado de la ciencia. Según estudios mencionados por la BBC Mundo, la monogamia y el poliamor presentan el mismo nivel de bienestar psicológico y la misma calidad de relación.

Mito 3: Los polos opuestos se atraen

Este quizá sea uno de los más grandes mitos románticos, en el cual incluso se han basado libros, novelas, series... pero la gran incógnita es si aplica o no en la vida real.

La idea de buscar a tu polo opuesto está tan presente en la mente de las personas, que en un estudio realizado en 2008 por Pieternel Dijkstra, del departamento de psicología de la Universidad de Groningen, Países Bajos, se detalló que hasta un 86 por ciento de las personas buscan a alguien con características opuestas a las suyas.

La idea del complemento es lo que mantiene vivo este mito. Las falencias de uno se completan con las habilidades de otro y así se forma un ‘circulo perfecto’. Sin embargo, varios estudios e incluso libros no apoyan la idea. En el texto Grandes Mitos de las Relaciones Íntimas: Noviazgo, Sexo y Matrimonio, se plantea que las personas suelen sentirse atraídas por alguien que sea similar a ellos. Pero como dice el refrán “en gustos y colores no mandan los doctores”, los expertos han concluido que existen tres tipos de atracciones: la hipótesis homogénea, la hipótesis heterogénea y la hipótesis complementaria.

Mito 4: El amor es eterno

Muchos pensarán que esto es un mito debido a las infidelidades pero muy lejos de eso aquí se hablará de ciencia.

Patricio Gómez Di Leva, sexólogo del departamento de Investigación y Educación Sexual de PRIME Argentina, escribió para El Clarín una perspectiva muy interesante sobre este tema. El experto contrapuso dos sentimientos: el amor y el enamoramiento.

El primero se construye con tiempo y a base de esfuerzos por hacer exitosa una relación. El segundo, como indicaba Freud, es un estado psicótico de la personalidad, o una locura transitoria si lo quieres ver más simple. Con las hormonas al tope de su producción, es posible que dures días, semanas o meses en el mismo estado.

Lo importante no está en cuánto tiempo durará el efecto del enamoramiento, sino en lo que haces una vez que pasa y empiezan las primeras peleas.

Mito 5: Soy tu tipo ideal

BBC Mundo tiene la respuesta a este mito, y por cierto es una muy millennial. Por lo general el tipo de pareja ideal se describe entre sentimientos y apariencia, y como sabes que los sentimientos no vienen escritos en un cartel al momento de conocerse, el primer pinchazo de atracción llega por el físico.

Si su piel es suave, la forma de sus ojos, su color de cabello, y muchas otras características te obligan a dar un segundo vistazo a esa persona. El medio británico plantea esto en el contexto de las aplicaciones de citas, donde mencionan que psicólogos han detectado que las caras, en este tipo de entornos, están sujetas a lo que se conoce como un “efecto destello”, esto hace “que los rostros se vean más atractivos porque los miramos por menos tiempo”.

Entonces, casi por obligación —inconsciente claro— todos examinan con detenimiento a su posible pareja por temor de perder a ‘un buen partido’, pero no porque sea su tipo ideal.