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¿Cómo debería ser la publicidad de las ONGs?
Muchas personas difieren del método aplicado por estas agrupaciones, incluso llegan a reaccionar con desprecio.
Referencial. Greenpeace es una organización no gubernamental, fundada en 1971, que promueve el cuidado del medio ambiente.
¿Hasta qué punto una campaña o movimiento a favor de un grupo puede volverse en su contra? Organizaciones como Peta y Greenpeace que buscan promover cierto estilo de vida realizan campañas —algunas veces— nocivas que generan un sentimiento negativo a la gente que las consume.
Peta es una organización destinada a luchar para erradicar la explotación animal en diferentes áreas: industria de la moda, maquillaje, laboratorios y entretenimiento; Greenpeace se especializa en la defensa del medio ambiente en diferentes puntos del planeta.
¿Qué tienen en común estas organizaciones? Ambas luchan por un ideal y el bien de un grupo objetivo. Además, se caracterizan por sus tácticas radicales para hacer llegar su mensaje de forma masiva.
Muchas personas difieren del método aplicado por estas agrupaciones, incluso llegan a reaccionar con desprecio. El impacto visual en las imágenes utilizadas para transmitir la causa ha sido catalogado como cruel y morboso.
El julio pasado, Calum McSwiggan, youtuber y vlogger caracterizado por tocar temas de interés social —como los relacionados a la comunidad LGBTI y la salud mental— realizó un thread en Twitter criticando al movimiento de Peta y agregando que la estrategia para “convertir” a las personas no es la más adecuada.
“En vez de poco a poco alentar a las personas para que prueben dietas veganas prefieren llenar las redes sociales con videos de animales siendo torturados y asesinados”.
La publicidad, como medio para apelar a los sentimientos, utiliza videos e imágenes con contenido explícito y considerado ‘crudo’. El contenido suele variar entre la sexualización de la mujer (con cadenas, sangre, desnudas) hasta animales torturados.
Entre las medidas, recomendadas por usuarios en Twitter, se sugiere que en vez de atacar e irse directo contra las grandes empresas consideradas responsables de destruir el medio ambiente y de la explotación animal, se deberían implementar otro tipo de campañas como: la difusión de recetas veganas, charlas sobre cómo afecta al cuerpo humano el consumo excesivo de carne e invertir en las industrias para disminuir la contaminación.