En Chillogallo, Guamaní, la Magdalena, Cotocollao y Calderón se están aplicando 1.700 pruebas de coronavirus. Con estos test se trata de llevar un registro en los lugares en los que existe mayor número de contagiados, sobre todo después del repunte de casos que han habido en la capital.

Una brigada de salud es la encargada de realizar las pruebas en los barrios con mayor número de contagios. Este análisis es el inició de un estudio que se ampliará posteriormente a toda la capital. Este permitirá saber el impacto de las fiestas decembrinas en el incremento de pacientes.

Para Francisco Pérez, director de Políticas y Planeamiento de la Secretaría de Salud, el aumento de casos de coronavirus se debe al incremento de movilidad. “Venimos de fuera, llegamos a la casa y contagiamos a la familia”, expresa.

Es así como un balance de la Secretaría asegura que el 45% de la población enferma en su domicilio, el 30% en los trabajos y el resto en aglomeraciones. En todos estos puntos se debe mantener las normas de bioseguridad para evitar la propagación del virus.

Según la Secretaria de Salud, la ciudad se mantiene en contagio comunitario. Al momento “las unidades de cuidados intensivos y el sistema sanitario están saturados. Hay una lista espera de camas”, refiere.

Un estudio de mortalidad comparó las cifras de los últimos años. En el Distrito Metropolitano hay 5 mil muertes en exceso y en el país se registran 40 mil.

Pérez indica también que Pichincha es la provincia que más testeos hace a escala nacional. El Ministerio de Salud arroja un promedio de 850 pruebas cada 10 mil habitantes. Actualmente se trabaja en la adquisición de nuevas pruebas para detectar COVID-19.

En el sector de Santa Rosa de Chillogallo, sur de la ciudad, las brigadas tomaron las pruebas rápidas a la población, de forma aleatoria. De esta forma se evidenciará de forma real las cifras de infectados en Quito.