El 1 de mayo es una fecha emblemática en el calendario laboral internacional. Reconocido en numerosos países como el Día del Trabajador, este día no solo representa un descanso para millones de empleados (en Ecuador, este 2025 el asueto será el viernes 2 de mayo), sino que conmemora una lucha histórica por la dignidad y los derechos laborales. Pero, ¿cuál es el origen de esta jornada que año tras año moviliza a sindicatos y trabajadores en todo el mundo?

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¿Qué ocurrió en Chicago y por qué fue clave para esta conmemoración?

Para entender por qué el 1 de mayo se convirtió en símbolo de la lucha obrera, hay que remontarse al año 1886, en Estados Unidos. En esa época, los trabajadores vivían jornadas extenuantes que superaban las doce horas diarias. La demanda por una jornada laboral de ocho horas fue el motor de una huelga nacional que tuvo su epicentro en Chicago, ciudad industrial con alta concentración de obreros.

Durante varios días de protestas masivas, el 4 de mayo ocurrió un episodio crucial: la revuelta de Haymarket. Una bomba explotó durante una manifestación en esa ciudad, lo que provocó la muerte de varios policías y civiles. El suceso fue seguido por una violenta represión y un polémico juicio que culminó en la condena y posterior ejecución de varios líderes sindicales. Estos hombres pasarían a la historia como los "Mártires de Chicago".

Aunque las demandas de los trabajadores no fueron inmediatamente aceptadas, su lucha no fue en vano. Tres años después, en 1889, la Segunda Internacional —una organización de partidos socialistas y obreros— declaró oficialmente el 1 de mayo como el Día Internacional del Trabajador, en memoria de aquellos eventos.

¿Qué se reivindica actualmente cada 1 de mayo?

Más allá de recordar una tragedia histórica, el 1 de mayo es una fecha de reivindicación. Las marchas y actos públicos que se realizan en distintos puntos del mundo visibilizan tanto los logros obtenidos como las deudas pendientes en materia de derechos laborales.

Entre los temas que suelen estar presentes en estas jornadas destacan:

• La mejora en las condiciones de trabajo
• El aumento del salario mínimo
• El respeto a la sindicalización y la negociación colectiva
• La reducción de la precariedad y el trabajo informal
• La equidad de género en el ámbito laboral

Hoy, más de un siglo después de Haymarket, el espíritu del 1 de mayo sigue vivo. Como lo recuerda un artículo de la National Geographic, “la fecha fue elegida porque recuerda los hechos ocurridos en Estados Unidos durante las protestas obreras”.

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