La esmeraldeña Jenny Elizabeth Sánchez Saldarriaga es la última de las cuatro mujeres que en un lapso de 12 horas fueron asesinadas de forma violenta en la parroquia rural Posorja de Guayaquil. Su crimen se registró la tarde del domingo 11 de junio dentro de su domicilio. Le propinaron varios tiros en la cabeza y en el tórax.

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Con indignación, familiares revelaron a este Diario que Jenny, de 32 años, fue asesinada delante de dos de sus cuatro hijos. Una adolescente de 13 años y la menor de un año y seis meses de nacida.

“La mayor gritaba que no le hagan daño a su mamita y agarraba a la más pequeñita que no dejaba de llorar, seguramente por su edad no entendía lo que ocurría, pero fueron tan inmisericordes que mataron a su madre delante de ellas”, expresó uno de los familiares de la víctima, quien era oriunda del cantón Quinindé, provincia de Esmeraldas.

Los allegados contaron que Jenny tenía tres años viviendo en Posorja, que se dedicaba a la venta de comida y que en la casa donde la mataron residía junto a su conviviente e hijos.

Una fuente policial informó que dos hipótesis podrían tener relación con el crimen de Sánchez, una sería la deuda que mantenía con un chulquero y la otra por problemas por la posesión de unos terrenos que le habían dejado de herencia y por los cuales sufrió amenazas de muerte.

Doce horas antes, en el barrio Las Peñas, de esta misma parroquia, en un atentado que, al parecer, era dirigido a un adolescente, fueron asesinadas Gloria Pascuala Solórzano Jordán, de 74 años; Brenda Ivonne Vega Panta, de 28; y Carmen Esther Panta Fonseca, de 43 años. El menor de edad también falleció.

El suceso se registró en medio de una celebración familiar. Los asesinos llegaron en una motocicleta. Dos de los cadáveres quedaron dentro del domicilio donde se celebraba la reunión y otros dos en exterior del inmueble. (AEB)

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