En una habitación, de al menos 40 metros cuadrados, se organizó una fiesta clandestina. Adentro estaban más de 70 personas, hombres y mujeres –en su mayoría menores de edad-.

Personal de la Agencia Metropolitana de Control, de la Policía Nacional, Fuerzas Armadas, Agencia Metropolitana de Tránsito dieron con este lugar, ubicado en Santa Bárbara, sur de Quito.

Cuando los asistentes vieron a los agentes, salieron corriendo. Pero fueron rodeados y para revisarlos los pusieron bocabajo.

Al parecer, no era la primera vez que algo así se organizaba durante la pandemia. Las autoridades dicen que recibieron denuncias que en ese sitio se realizaban concursos musicales como el de ahora, 27 de agosto.

Las ‘caídas’ se planificaban a través de redes sociales. Luego, los interesados se reunían en un punto y los llevaban al sitio de la fiesta.

Se ofrecía también licor, en un ambiente en condiciones deplorables, según las investigaciones.

Agregan que se sancionaría a las personas que organizaban las reuniones sin las medidas de bioseguridad. Hasta ahora, este tipo de encuentros están prohibidos, debido a las restricciones por la crisis sanitaria.