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A pesar del peligro, no quieren dejar sus casas

Patricia Oleas, Guano (Chimborazo)
La Secretaría de Gestión de Riesgos (SGR) recomendó al Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES) analizar la posibilidad de evacuar a cinco familias que viven cerca de la quebrada Jarromachay, ubicada en las faldas del Chimborazo. Por allí recorre naturalmente el flujo provocado por el deshielo del nevado.
Los afectados se niegan a dejar sus hogares. Una de ellas es María Acán, quien tiene su casa en la ribera de la quebrada. “Esta vez fue horrible”, dijo la comunera, quien el viernes pasado cavaba papas cuando empezó a llover.
El sonido por la caída de piedras y lodo fue terrible. “ El deslave era como el fin del mundo, bajé corriendo a ver a mis guaguas, me asusté porque la quebrada se llenó y se hizo una laguna, se llevó la leña que había en el patio”, indicó la mujer, quien se niega abandonar el hogar que tanto sacrificio le costó.
Por ahora, su consuelo es la ayuda que recibe de sus vecinos. “Dios es para todos”, afirma convencida.
Son cinco familias las que habitan cerca de la quebrada y ya en otras ocasiones han evacuado a casas de familiares. Segundo Tello, otro de los afectados, se ha trasladado varias veces a la casa de su hija, mientras que otros fueron a un albergue de Riobamba.