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¡Abrió el local y todo estaba intacto!
Hernán Lucas, Manta (Manabí)
Llenos de esperanza y con el corazón acelerado llegaron los primeros comerciantes de la parroquia Tarqui a la zona cero. Los acompañaron uniformados, miembros de los bomberos de Manta y México, representantes del Miduvi, municipales y otras autoridades.
Para ingresar debían presentar los salvoconductos entregados después del censo en la verificación de sus locales, en caso de que la desgracia les dejara algo como para poder seguir adelante luego de aquel negro 16 de abril.
En el grupo estaba Manuel Figueroa Delgado, quien expendía calzados, ropa y otros productos de lencería. Al llegar a su local medio destruido, abrió la puerta y todo estaba intacto. El hombre derramó unas cuantas lágrimas y agradeció a Dios por permitirle seguir adelante. Con ayuda de familiares y amigos recogió la mercadería.
“Dios es grande, nada está perdido, esta es una nueva oportunidad para salir adelante ante tanta desgracia. No nos vamos a dejar vencer, con mucho trabajo sacaremos adelante esta ciudad y desde ya lo estamos demostrando”, indicó Figueroa.