Seis días duró la agonía de Jefferson Cevallos Beltrán, uno de los cuatro afectados por la explosión ocurrida la mañana del viernes 6 de mayo, en una vivienda de la cooperativa 12 de Octubre, en el sector de Mapasingue Oeste, en el norte de Guayaquil.

El guayaquileño, quien presentaba quemaduras de tercer grado en el 90 % del cuerpo, falleció al mediodía del miércoles 11  de mayo en el hospital Abel Gilbert Pontón (suroeste), donde se encontraba asilado tras el siniestro, que también causó lesiones a su esposa, la manabita Emma Zambrano Zambrano y a sus dos hijos, de 13 y 4 años.

Zambrano presenta lesiones en el 80 % del cuerpo, su hija en el 90 % y el niño en el 75 %. Los menores de edad están internados en el hospital Francisco de Icaza Bustamante.

Eliana Cevallos, sobrina del fallecido, manifestó que desde que sus familiares fueron internados, los médicos le dieron pocas probabilidades de sobrevivir, ya que sus órganos estaban afectados.

“Mi tío estaba más delicado. Su situación era muy crítica. Tenía casi todo su cuerpo quemado. Su hija mayor y su esposa también están graves. No sabemos qué va a pasar con ellas. Solo un milagro las podrá salvar”, afirmó la joven.

Contó que su primito, de 4 años, es el único de los afectados que está consciente y que ha podido conversar con sus familiares.

“Él pregunta por su papá, por su mamá y su ñaña. No sabemos qué decirle, solo que ellos se están recuperando. También nos dice que tiene sed, que le demos agua”, afirma con tristeza Eliana.

Manifestó que su tío trabajaba como pintor y que él y sus familiares tenían ocho años alquilando en la casa donde se suscitó la tragedia.

Desde la tarde de ayer los restos de Jefferson, de 36 años, son velados en el camposanto Jardines de Esperanza. Hoy serán sepultados. (AEB)