Con la peor noticia finalizó la búsqueda de Anabel Costales. Su cuerpo fue hallado, la tarde del lunes 1 de febrero, enredado entre la maleza y sedimentos del canal de riego Riobamba.

Desde el 28 de enero, cuando se reportó su desaparición, familiares emprendieron una intensa búsqueda.

Sus restos fueron cremados en la intimidad familiar, ayer martes, mientras mensajes de despedida que resaltan sus virtudes inundaron las redes sociales.

Se descartó una muerte violenta. “Luego de la autopsia no se encontraron golpes o rasguños premortem, la causa de muerte es asfixia por sumersión”, informó Eduardo Santillán, fiscal que realizó el levantamiento del cadáver.

La mujer, de 58 años, fue vista por última vez cuando una cámara la captó en el sector del parque Sesquicentenario. Precisamente en este lugar se colocó un cartel gigante con su foto.

Redes sociales y medios de comunicación se hicieron eco de las súplicas de sus hijas y amigos. Se realizó una intensa campaña que involucró equipos especializados, canes amaestrados y sobrevuelos del helicóptero policial; sin embargo, su cuerpo estuvo a poca distancia. Irónicamente uno de los carteles con los cuales se pedía ayuda para su búsqueda estaba pegado en un poste, justo en el sitio donde finalmente hallaron su cuerpo.

“Realizamos la búsqueda a lo largo del canal, pero dos bomberos ingresaron para buscar en las profundidades, encontrándose algunas pistas y el cadáver unos metros más abajo”, manifestó Orlando Vallejo, jefe del Cuerpo de Bomberos de Riobamba.

En el sitio donde se encontró a Anabel, la profundidad del canal llega a 1,70. Allí, hace cuatro años, murieron cuatro jóvenes cuando su carro se precipitó al fondo. Luego de esta desgracia se colocaron vallas de seguridad, además de un puente, por lo que las autoridades creen que el cuerpo fue arrastrado por la corriente.