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“Hemos vuelto a nacer”
Un taxista, una mujer y su bebé iban en el vehículo que se salvó de ser aplastado por el puente peatonal, en la avenida Narcisa de Jesús.
Carlos Remigio Garcés Calero, de 57 años, y Melissa Tumbaco Quijije, de 30, coinciden que “un milagro nos salvó de una muerte segura, hemos vuelto a nacer”.
Ambos y el pequeño Benjamín, de 11 meses e hijo de Melissa, viajaban en el vehículo rojo que la mañana del pasado jueves frenó de manera abrupta para no terminar aplastado por el puente peatonal de la avenida Narcisa de Jesús que fue impactado por un volquete y cuya estructura colapsó.
Para Carlos, quien desde hace 30 años se desempeña como taxista, aquella mañana quedará grabada en su memoria como el comienzo de una nueva vida.
Recordó que a las 06:00 salió de su casa, ubicada en la ciudadela
Sauces 4, en el norte de Guayaquil. “A las 06:45 debía recoger a la señora y a su bebé, en Mucho Lote 2, en la autopista Terminal-Pascuales. En el camino realicé dos carreras”, indicó.
Carlos llegó puntual a la casa de Melissa. Minutos después salieron hacia la vivienda de la suegra de la joven, en la ciudadela Guayacanes.
Melissa debía dejar a su niño y luego caminaría hasta la calle principal para tomar un bus que la traslada a su trabajo, en la vía a Samborondón.
Todo iba bien en el trayecto, pero una volqueta que circulaba por el carril central llamó la atención del conductor. “Iba a velocidad y con la caja de carga elevada. Recuerdo que le dije a la señora (Melissa): mire cómo va botando basura”.
Garcés rememoró que no transcurrieron ni 10 segundos cuando el estruendo los alarmó. Otro carro de color rojo que iba adelante aumentó la velocidad, mientras él presionó con su pie derecho el freno para “frenar a raya”.
Debido a que circulaba a 50 de kilómetros por hora y a sus años de experiencia, Garcés tuvo la habilidad para no perder el control del auto.
“La señora comenzó a llorar y abrazaba a su niño a su pecho, mientras que empecé a reírme. Ella me llamó la atención, me reclamó porque me reía”, mencionó relajado.
Luego de que el puente se desplomara, Melissa le pidió que retrocediera para retirarse del lugar. Después la llevó a la casa de su suegra y luego a su trabajo, porque no paraba de llorar.
Melissa comentó que en camino a su trabajo se comunicó con su mamá y le informó lo que había ocurrido, luego cuando llegó a la oficina le contó a sus compañeros.
“Creo que nadie sabía la magnitud de lo que había ocurrido, hasta cuando vieron vídeo. En ese momento se me acercaron y me preguntaron el color del carro en que iba”, sostuvo Tumbaco.
Una vez que dejó a la pasajera, Carlos se dirigió a su casa para contarle a su esposa la tragedia que estuvo a punto de matarlo. “Mi amor, gracias a Dios estás vivo”, le dijo su cónyuge Pilar Ortega entre abrazos y lágrimas cuando por la noche vio el vídeo en el cual se observa el vehículo que conducía su esposo.
“Hemos vuelto a nacer”
— Diario Extra (@DiarioExtraEc) 27 de noviembre de 2017
Los ocupantes del carro rojo que se salvó de ser aplastado por el puente peatonal en la avenida Narcisa de Jesús en #Guayaquil nos cuentan su experiencia https://t.co/tdc0oQH2CC pic.twitter.com/CkP0GZMy8p