Para Marco Sáenz, vocalista de la banda guayaquileña de punk Zabandijas de la 18, su faceta como artista visual puede ser considerada la otra cara de una misma moneda. O mejor dicho, otra de las muchas caras de un prisma, dada la diversidad de su propuesta. Justamente acaba de estrenar su muestra Ácronos, en el taller estudio Infinito (en las calles Villavicencio y Garcia Goyena), con obras elaboradas con varias técnicas y materiales.

La exposición incluye piezas escultóricas, intervenciones de objetos encontrados en la calle, banderas, pintura sobre tela, videoarte, dibujos, serigrafía, fotografía análoga, que sintetizan un trabajo de tres años en calles de ciudades del país, como Quito, Guayaquil y Cuenca, y también en los lugares recorridos en los conciertos de su banda en Perú, Chile, Argentina, Brasil y Uruguay.

Y precisamente muchas de estas técnicas, él las conoció en el mundo punk, cuya filosofía del 'hazlo tú mismo' y la autogestión ha marcado su trayectoria hasta ahora. “Por ejemplo, el stencil y la serigrafía las conocí gracias al punk, en talleres independientes y autogestionados, en jornadas punki”, nos explica.

Ambas facetas, la de cantante de música violenta y la de artista que trabaja con material concreto, “van de la mano”, nos explica Sáenz, “pues la muestra tiene mucha relación con mi trabajo performático musical, porque el punk es una parte más de mi vida. Y precisamente, mi muestra busca conflictuar las formas que nos rigen”, temas que explora también en las letras de sus canciones con Zabandijas de la 18.

Símbolos y vestigios de una civilización en ruinas

El uso de símbolos es una constante en la propuesta de Sáenz, los cuales también ha dejado plasmados en grafitis en las ciudades que ha recorrido, sobre todo en su natal Guayaquil. Pero se trata de signos y trazos que en lugar de cumplir su normal función de guiar u orientar a quien los ve, más bien pretenden confundir, distraer o conflictuar.

En estos signos, la pirámide invertida ocupa un lugar preponderante. La pirámide, inevitablemente asociada a estratos, a separación de clases, a dominados y dominantes, es subvertida aquí, para gritar “¡abajo el orden mundial”, "nuestra civilización ha fracasado".

Ácronos también contó una obra in situ, que consistió en destruir mediante el fuego una escultura icónica de Guayaquil, para escenificar una visión postapocalíptica de la ciudad, “imaginándome un tiempo en el que todos estos monumentos quedan como lo que fue alguna vez la civilización”, como una crítica a la idea del progreso ilimitado que defendemos como especie.

La muestra 'Ácrono' estará abierta hasta este sábado 9 de agosto de 2025. El cierre será a las 17:00.

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