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Agente de la Aduana del Ecuador hacía una ‘vueltita’ con C4
El material explosivo es de origen estadounidense y de uso militar, en el mercado negro cada barra está valorada en $5.000. El trabajador aduanero prestaba sus servicios en la zona de carga aérea, en Guayaquil.
Siete días después de la detención de Ángel Fernández López, realizada el pasado 9 de noviembre en el cantón Naranjal, con 4 barras de explosivos C4, la policía capturó a Fabricio Guachamín Suárez y Janner Requelme Lalangui. El primero labora en el Servicio Nacional de Aduanas del Ecuador y en su poder se hallaron 16 detonantes del mismo componente que es de uso militar.
Liquidado a plomo en Jaramijó
La aprehensión de los dos últimos sospechosos se produjo la madrugada de ayer, en el Puente de la Unidad Nacional, que une a Guayaquil y Durán. Se movilizaban en vehículos diferentes y habían salido de un inmueble en la ciudadela La Garzota, en el norte porteño, manifestó el teniente coronel Benjamín Molina, jefe de la Unidad de Investigación de Armas, Municiones y Explosivos (Unidae) de la Policía.
El oficial explicó que los explosivos estaban en un carro Kia Río que era conducido por Guachamín. “El valor en el mercado negro de cada barra es de 5.000 mil dólares, pero tenemos conocimiento que estaban comercializándola en $ 3.000 cada una. Es un material estable al calor, pero de alto alcance y de fabricación estadounidense. El antecedente fue la detención en Naranjal, se trató de un hecho flagrante”, mencionó.
El ministro del Interior, Juan Zapata, señaló que el material hallado es de uso militar de alto alcance y que es utilizado para operaciones militares. “Tenemos que generar la trazabilidad de estos eventos y si están relacionados con lo ocurrido el 1 y 3 de noviembre en Guayaquil”, afirmó.
Pablo Ron Toledo, director estratégico del Cuerpo de Vigilancia Aduanero, calificó como un hecho aislado la detención del miembro de la Aduana y dijo que se iniciaron los procesos disciplinarios “para sancionar a este mal elemento”.
Guachamín tiene 27 años laborando en el Puerto de Vigilancia Aduanera en Guayaquil. Presta sus servicios en el área de control, en la zona de carga aérea.
El sargento Franco Jaramillo, del Grupo de Intervención y Rescate (GIR), reveló que la capacidad de daño de la onda explosiva es de 100 metros a la redonda, pero que su capacidad letal son 15 metros. (AEB)
