Estaba desorientado y a punto de llorar. Un niño  de aproximadamente cinco años se extravió en la estación del Trolebús de El Recreo, en el sur de Quito. Fueron las personas que transitaban por esa terminal quienes lo encontraron y lo llevaron hasta los agentes municipales de control.

Cuando el chico llegó a los brazos del agente Rodrigo Lascano sintió un poco de calma. Estaba seguro de que los uniformados lo ayudarían a encontrar a su familia. “No sabía bien su nombre y apellido, pero le pedí que se tranquilice porque estaba muy triste”, describe el uniformado.

Solo unos minutos más tarde y luego de ubicar a los parientes del menor a través de los altoparlantes de todas las unidades, el tío del infante se acercó a los agentes para reunirse con su sobrino. “Nos contó que durante el desembarque, el niño se le soltó de la mano y se le perdió. Tratamos de no movernos mucho del punto en el que se le encontró para que su familia lo busque por el mismo lugar”, detalla Lascano.

Para entregar al pequeño, los uniformados solicitaron a su allegado que presente la cédula de identidad y que proporcione los datos del niño. “El pequeño se puso contento cuando lo vio y lo reconoció de inmediato”. Aún así, los agentes hacen un reporte de la entrega al final de su turno.

Según el uniformado, en esa estación del sur de la ciudad no es tan común que los niños se separen de sus cuidadores, a diferencia de las estaciones del centro de urbe. Allí, reciben varios reportes diarios.