Alimentos de la calle ahora son más confiables

Ariana Almeida Martínez

Un juguito para la sed o un mote para la hora de almuerzo. Cualquier lugar es bueno para saciar el hambre y más si tiene buenos precios, pero qué tan seguro es comer en la calle. Johanna Chacón, ingeniera en alimentos, precisó que todo depende de la preparación. "No se puede generalizar, que la comida de la calle es sucia. Ahora los comerciantes se preparan para dar un buen servicio. Por ejemplo los jugos de naranja que fueron un boom han mejorado bastante", indicó.

Hasta lo que va del 2016 se ha capacitado a 1640 comerciantes. El Municipio de Quito ha realizado 27 talleres. El objetivo de estos encuentros es informar a los vendedores sobre la importancia de la higiene de los alimentos y aplicar o modificar las buenas prácticas durante la manipulación de la comida.

Puntos clave:

Verifique un manejo adecuado de alimentos.

Lávese bien las manos previo al contacto con los insumos.

Realice un buen manejo de la materia prima.

Evite la contaminación cruzada. Por ejemplo cuando el paño con el que se limpia la mesa se utiliza en los alimentos.

Bajo la lupa

Actualmente, los controles de hacia los comerciantes son muy estrictos. Previo a la capacitación, se toma las muestras de los alimentos que se ofertan en la calle y mercados. Luego se realiza un análisis microbiológico, se brinda capacitación a los expendedores y se vuelve a realizar el análisis en el laboratorio de los microorganismos encontrados. En el caso de que los alimentos no cumplan con las condiciones necesarias, el comerciante vuelve a ser capacitado y se realiza un nuevo análisis hasta una tercera ocasión.

Cualquiera que sea su preferencia al momento de saciar el hambre o la sed, es recomendable seguir normas básicas de sanidad. EXTRA presenta una forma sencilla e higiénica de preparar una bebida refrescante. Pilas con el tiempo que transcurre antes de tomar un jugo de naranja, pasado los 20 minutos, puede fermentarse.