Hasta la tarde del domingo 10 de diciembre los miembros de una familia salían del hospital San Francisco, ubicado en Carcelén, norte de Quito. Tenían múltiples golpes e incluso dedos rotos. “Fue necesario operar a mi primo”, afirmó Henry Franco, uno de los afectados por un supuesto abuso policial.

Él tiene 20 puntos en la parte trasera de su cabeza, luego de uno de los toletazos que le habría propinado un agente del Grupo de Operaciones Motorizadas (GOM).

(Te invitamos a leer: El Oro: Ocho sujetos disfrazados de policías asaltaron una clínica, en Piñas)

Todo sucedió a la una de la mañana del viernes 8 de diciembre -aunque el caso se conoció ayer- cuando unos 20 miembros de una familia entre primos, tíos, esposos y sobrinos alquilaron una chiva para festejar las fiestas de Quito.

Según Lina Muñoz, otra de las afectadas, ellos no estaban ebrios y solo caminaban cerca de la avenida Amazonas y Naciones Unidas, cerca de un centro comercial. “Se pusieron alevosos (los policías) y obviamente reclamamos. Estábamos incluso con dos niñas”, relató.

El uniformado les habría lanzado gas pimienta diciéndoles que desalojen el lugar. “Ya nos estábamos yendo a buscar taxis, pero nos lanzaron las motos”, contó otro miembro de la familia.

En los vídeos difundidos por los afectados se pueden ver cómo son golpeados. Algunos están en el piso. Se escucha el llanto de varias mujeres. En total cuatro civiles fueron hospitalizados para atender sus heridas.

Por su parte, la Policía Nacional dijo en un boletín que los miembros del GOM realizaban un operativo de retiro de bebedores y se percataron de una aglomeración con alteración del orden público. “Las personas quienes presentaban halitosis alcohólica procedieron a atacar a los servidores policiales, utilizando diferentes objetos como: botellas de bebidas alcohólicas y piedras además de agredir físicamente”, reza en el comunicado.

Según la entidad, tres uniformados resultaron heridos y recalcó que “los policías hicieron uso legítimo de la fuerza”.Algo que los afectados niegan, por lo que ya iniciaron el proceso de la denuncia. “Ya nos hicieron los exámenes respectivos. No estábamos ni ebrios ni armados”, insistió Lina en su defensa.

¿Quieres acceder a todo el contenido de calidad sin límites? ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!