En la capital de Tungurahua, Ambato, se mostró total empatía a las medidas restrictivas del Gobierno. Durante sábado y domingo cumplieron a cabalidad el estado de confinamiento, en especial el comercio informal que es el principal problema en la ciudad. En la mayoría de los nueve cantones se mantuvo el respeto al confinamiento, aseguró el coronel William Posso, jefe de la Zona Tres de la Policía.

Sin embargo, en cantones como en Píllaro, policías y militares acudieron a desalojar y a sancionar a más de 50 personas que estaban en una fiesta clandestina. Mientras en Baños de Agua Santa se clausuró un local donde vendían bebidas alcohólicas en pleno toque de queda.

Las autoridades del Ministerio de Salud confirmaron que en Tungurahua ya estaría la variante brasilera del coronavirus. La provincia está entre las 16 donde se aplica el estado de excepción por el incremento de contagios y muertes que mantiene al borde del colapso las casas de salud pública y privadas.

Para ayudar a la situación crítica de los hospitales, se conformó un Comité Interinstitucional de Emergencia Sanitaria en Ambato que recauda fondos para financiar la compra de insumos que requiere el Hospital Provincial Docente Ambato para atender a los pacientes con covid-19; y de guantes, pruebas PCR y mascarillas requeridas por los médicos, enfermeras y el personal que está en primera línea.

Una veeduría controlará el manejo de estos recursos y los integrantes son representantes de las facultades de medicina de las universidades locales y colegios de Médicos y Abogados.

Diego Mosquera, presidente del Consorcio de las Cámaras de la Producción de Tungurahua, aclaró que uno de los objetivos del Comité es es ayudar al sector de la salud de Ambato y la provincia dotándole de insumos. (YIE)