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¡Reos estarían descontentos por el control de militares y policías!
Además, los familiares muestran su descontento al no permitirles ingresar las encomiendas a sus retoños.

Los controles policiales se intensifican en el Centro de Rehabilitación de Cotopaxi.
Pese al frío y a la llovizna, familiares de algunos internos dentro del Centro de Rehabilitación de Cotopaxi madrugaron a ver si tenían suerte y podrían ingresar para ver cómo se encuentran sus allegados.
Entre las personas estaba Ángeles R., comentó que purgó dos años de prisión en la cárcel de Latacunga. También dijo que el trato es pésimo y los servicios básicos deficientes. “A nosotros como reclusos solamente nos dan loratadina y termofín, cuando nos enfermamos; mientras que a los presos políticos les dan atención médica de primera y las 24 horas al día”, sostuvo.
La desesperación de los familiares se da nuevamente tras el amotinamiento que hubo el lunes 22 donde dos personas fueron asesinadas y varias quedaron heridas, entre ellas un servidor policial. Los muertos son Bryan P., de 29 años, que estaba en el pabellón de mediana seguridad y era de la banda de los ‘Paredes’; mientras que Jonathan R., de 35 años era oriundo de Los Ríos y considerado de difícil adaptación por el historial delictivo.
Los familiares acudieron a retirar sus restos de la Morgue de Latacunga, ubicada al sur de la ciudad.
Edmundo Moncayo, director general del Servicio Integral Ecuador (SNAI), mencionó que hace 15 días —mediante una orden de juez— se determinó que Jonathan debía ser trasladado a otro pabellón y el lunes dieron cumplimiento al aviso y ese día fue asesinado.
Agregó que las armas utilizadas son de fabricación casera. Para el director general los disturbios se ocasionan porque los internos están descontentos con los controles que ejecutan militares y policías, aseguró que continuarán. “Los privados de la libertad buscan acciones que están fuera de los reglamentos establecidos en los centros de rehabilitación del país”, mencionó.
Mientras los controles se intensifican —en las afueras— los familiares buscan la forma de ingresar las encomiendas.