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El procesado fue aprehendido en el momento que se aprestaba a comercializar un loro caretirrojo el pasado 29 de septiembre en las inmediaciones de un centro comercial en el cantón La Libertad.JL

¡Cuatro meses a ‘cana’ por comercializar loro!

El procesado fue aprehendido en el momento que se aprestaba a comercializar un loro caretirrojo el pasado 29 de septiembre en las inmediaciones de un centro comercial en el cantón La Libertad.

Cuatro meses de cárcel en la penitenciaría del Litoral y el pago de una multa de $ 198, fue la sentencia que al mediodía de este miércoles 10 de octubre de 2018 se le dictó al ciudadano, Isaac Zabala, de 31 años, quien fue encontrado culpable del delito de atentar contra la flora y fauna silvestre del país.

El procesado fue aprehendido en el momento que se aprestaba a comercializar un loro caretirrojo (Psittacara erythogenys) el pasado 29 de septiembre en las inmediaciones del centro comercial Buenaventura Moreno en el cantón La Libertad; la especie en mención que se encuentra en peligro de extinción está protegida por el Ministerio del Ambiente.

La acción legal en contra de Zabala se cumplió en la Unidad Multicompetente Penal de la península. El implicado reconoció su error y se acogió al procedimiento abreviado, por eso que la resolución dictada comprende la mínima pena.

Milton Zapata, policía de Medio Ambiente, señaló como histórica la condena al ser la primera vez que una persona es sentenciada por este tipo de delitos.

“Esperemos que esto sirva de escarmiento para aquellas personas que se dedican a la venta de animales protegidos. El desconocimiento de la ley no exime de culpa a nadie”, señaló el uniformado.

Por su parte el jurisconsulto, Daniel Tomalá Baque, en representación del Ministerio del Ambiente, recordó a las personas que existen leyes sancionadoras a los que atenten contra la naturaleza cuya pena privativa de libertad va de 1 a 3 años. “El que es encontrado culpable deberá pagar con cárcel su delito”, refirió.

El sentenciado es oriundo de la ciudad de Guayaquil y según sus declaraciones el animal lo adquirió en las montañas del cantón Pedro Carbo (Guayas).