Para calmar el ‘chuchaqui’, el método de muchos es comerse un buen encebollado. Y mientras más caliente esté es mejor, coinciden los farreros. ¿Pero realmente es así?

Víctor Aguilar, quien suele ir a degustar este plato en una picantería de la 13 y Huancavilca, en el suburbio de Guayaquil, dice que sí le funciona. “Tiene que quemar, hacer sudar. También debe tener harto limón y ají”, comenta.

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Si se va de copas el 1 de enero, apenas se levanta va por el caldo, igual que Angie Torres. “Lo como con jugo de naranja para la sed”, cuenta ella.

Alexis Macías, trabajadora de ese negocio, refiere que ese día los comensales solicitan que tenga bastante pescado, pues le tienen fe a la albacora.

En otra picantería en la avenida de la Democracia, frente al Consejo Nacional Electoral, Christopher Molina, uno de los colaboradores, menciona que la clientela también pide cazuelas y bollos, con la creencia de que asimismo les alivia la resaca.

La nutricionista y dietista Ana María Jiménez, especialista en microbiota y salud hormonal, indica que el encebollado contiene proteína y líquido. Componentes que, efectivamente, ayudan a recuperarse del ‘chuchaqui’.

Recalca que al desayunar al otro día es importante consumir suficiente cantidad de proteínas, que por ejemplo incluyen los huevos. “Contienen cisteína, esto puede ayudar a eliminar efectos de la resaca. Además, alimentos con alto contenido de potasio, como guineo, aguacate. Así podremos ir reponiendo electrolitos perdidos por la deshidratación causada por el alcohol”, explica.

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Adicionalmente, hay que estar bien hidratado. Para ello se puede tomar agua y hasta preparar una bebida natural: agua mineral con zumo de limón y una pizca de sal.

Jiménez recalca que libar es tóxico para el hígado, aún en mínima cantidad. Quienes igual decidan hacerlo debe ser con moderación, alternando con la ingesta de agua, para mantenerse hidratado. “No consumir alcohol con el estómago vacío, pues es más probable que la concentración del mismo en la sangre aumente rápido, lo que puede provocar una intoxicación más rápida y una sensación de embriaguez”, enfatiza.

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