Apareció la lancha, pero no el tripulante

Redacción Guayaquil
La esperanza de encontrarlo con vida se desvanecen. Pero el deseo de hallar su cuerpo y poder sepultarlo han hecho que sus familiares pidan ayuda a las entidades de socorro.
A las 11:00 del jueves pasado, como de costumbre, Enrique Cali Cedeño, de 27 años, salió de su vivienda, ubicada en las calles 42 y la  R, en el suburbio de Guayaquil, para ir a pescar al estero Salado.
Enrique debía regresar a su casa la mañana del día siguiente. A las 10:00 del viernes un compañero de pesca, llegó a la casa de sus familiares, para informarles que en el afluente encontró abandonada la canoa, pero que desconocía qué había ocurrido con Cali.
Desde ese momento sus seres queridos temieron lo peor. Maribel Cedeño, madre del desaparecido, manifestó que su hijo padece de epilepsia y que presume que probablemente le dio un ataque, provocando que cayera al agua y se ahogara.
La señora expresó, que en la embarcación se hallaron las pertenencias de su hijo, una muda de ropa mojada, que hace presumir que se había cambiado de vestimenta y seis libras de camarón que había pescado, por lo que descartan que se haya tratado de un robo. (AEB)