No está molesto por las críticas, pues respeta las opiniones ajenas. Para el artista Fabricio Valverde, la ‘lluvia’ de comentarios sobre su obra ‘Raíces de luz eterna’, develada la semana pasada en el centro de Guayaquil, provocó que la ciudadanía discuta sobre arte y aquello “es positivo”.

Se trata de una escultura en la que se observa a figuras de personas alrededor de las raíces de un árbol, incluso algunas de aquellas imágenes humanas las sujetan. La obra fue ubicada en una de las intersecciones de Rumichaca y Luque y está cubierta por una placa de vidrio.

“Lo que se hizo fue expresar simbólicamente las raíces de Guayaquil, de las personas que han trabajado en esta tierra, que han vivido y forjado sus sueños acá durante tanto tiempo”, explicó Valverde.

Los cuestionamientos, en cambio, apuntan a que la obra parece representar a los fallecidos por covid- 19, durante estos meses en el Puerto Principal. Algunos ciudadanos la consideran como una falta de respeto a las víctimas mortales del coronavirus.

Valverde refiere que la obra le fue solicitada en octubre del año pasado, mucho antes de la declaración de la pandemia. “No soy adivino ni pitoniso para crear algo pensando en el futuro”, comentó.

Precisamente en ese mes, durante las protestas contra el Gobierno por la eliminación del subsidio a los combustibles, un árbol fue arrancado en ese mismo punto de la urbe porteña. Por ello se colocó allí la escultura y junto a ella se sembró otra planta similar.

El artista aseguró que la polémica generada podría tener relación con algún tema político. Pero en todo caso, la sociedad siempre tendrá su opinión respecto al arte, mencionó.

Diversas interpretaciones

En un recorrido por el centro, EXTRA constató que los peatones que pasaban por la zona se detenían a ver la escultura unos instantes y luego seguían su camino.

Otros, en cambio, se tomaban fotos y hubo quienes caminaban por encima de ella, en una actitud de indiferencia. La placa que recubre la obra está empañada y ya no se distingue con tanta claridad el interior.

“Esto no es por los muertos de covid-19. Significa que estamos cogiendo nuestras raíces, porque nosotros de todo salimos adelante solos, nadie nos ayuda”, opinó Martha Jijón, quien pasaba por el lugar.

Antonio Ruiz, otro de los transeúntes entrevistados, consideró que la escultura es un “homenaje” a la muerte. “Son humanos los que cayeron y posiblemente los que podamos caer”, expresó.

Alexi Franco en cambio pensó que la iniciativa busca impulsar a caminar por las aceras y no por las vías. Dijo que el impacto visual artístico del sector es algo bueno y que se debe incrementar en toda la urbe.

Para el sociólogo Carlos Tutiven, la escultura es como un detonador que activó lo que los ciudadanos piensan sobre la urbe y el Cabildo, ya sea a favor, en contra o neutralmente.

Señala que gran parte de la gente desconoce lo que se quiso dar a entender y por ello proyectan en la obra sus residuos inconscientes. “Personas agarrando raíces es interpretado como aferrarse a la vida en época de muerte (la pandemia)”, agrega.

“La polémica también se motivó porque la obra pueda ser pisada. Eso puede leerse como superioridad, y estar por encima”, dice.

“No hay lectura correcta”, porque cada quien la analiza según su imaginación. Más bien, diferentes visiones enriquecen la recepción de la obra, apunta.

Mantenimiento

La tarde de este miércoles 30 de julio de 2020, el Departamento de Comunicación del Municipio informó que la escultura recibirá mantenimiento, precisamente para evitar que la placa protectora se empañe y obstaculice la visibilidad de las figuras.

"El vidrio presenta condensación, debido a la humedad propia de nuestro clima y los cambios de temperatura por la época del año. Se trabaja en la colocación de un dispositivo para extraer el calor y la humedad dentro de la instalación. De esta forma se conserva el espacio", informó la institución.