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¡Arrastraron cadenas para librarse del mal!

Redacción Quito
El asfalto ‘hirviendo’ por el calor canicular del mediodía no fue impedimento para que cientos de feligreses caminen descalzos, arrastrando cadenas para librarse del mal, por las calles del centro histórico.
Miles de personas participaron en la procesión Jesús del Gran Poder, por Viernes Santo. Familias completas que llegaron de distintos puntos del país se concentraron en la plaza de San Francisco desde la mañana de ayer.
María Pallo, quien estaba con su marido y tres hijos, comentó que salió de Latacunga a las 06:00 para estar presente en la procesión porque aseguró que debía dar “gracias a Dios” por la salud de su madre Teodora, que padece artritis.
Tobías Jerez, de 51 años, sufrió un percance en su trabajo y quedó en silla de ruedas. “Pero eso no me ha impedido seguir adelante y estar con vida junto a mis seres queridos”, comentó el padre de familia.