El tráfico vehicular fue el cómplice perfecto para el sicario que la mañana del 4 de abril perpetró el crimen del chileno Luis Felipe Salas Miranda, hecho ocurrido en la avenida del Bombero, frente a la ciudadela Cimas del Bim Bam Bum, en el norte de Guayaquil.

La víctima, de 51 años, iba a bordo de su vehículo marca Jetour, cuando fue atacado por el criminal, quien se movilizaba en una motocicleta.

El extranjero viajaba en el asiento posterior, detrás del conductor y junto a él iba una joven quien, al parecer, sería su pareja sentimental.

Una fuente policial explicó a este Diario que el delincuente aprovechó el congestionamiento vehicular que había a las 10:00 de ayer para acercarse al carro de la víctima, sacar el arma de fuego y dispararle por reiteradas ocasiones. Los tiros fueron en la cabeza y en el tórax.

“Fue un asesino osado y de acuerdo a cámaras de seguridad hizo el trabajo solo, él mismo conducía la moto. Se estacionó junto a quien era su ‘blanco’ y le disparó”, sostuvo el informante.

La mujer que acompañaba al chileno también fue alcanzada por los proyectiles. Pese al hecho, el conductor no detuvo la marcha del carro y condujo hasta una casa de salud cercana, donde se corroboró que Luis Felipe ya no tenía signos vitales, la fémina aún se encuentra hospitalizada.

El investigador reveló que en torno a este suceso, la Policía tiene cuatro hipótesis que podrían estar relacionadas con el asesinato del empresario, quien estaba dedicado a la venta y compra de oro, actividad que ejercía desde hace varios años tanto en Guayaquil como en la provincia de El Oro.

“La primera hipótesis es por su actividad laboral, la otra porque tenía una denuncia por un supuesto abuso sexual, la tercera sería por los nexos sentimentales con la joven que estaba a su lado, pero la que más se acerca es su presunta relación con Rubén Cherres (asesinado en Santa Elena)”, manifestó la fuente policial.

Sin embargo, el policía no preciso cuál sería la relación de Cherres con el extranjero. (AEB)