Un presunto atentado se reportó contra la vida del alcalde del cantón azuayo Camilo Ponce Enríquez.

La amenaza se consumó con la detonación de un artefacto explosivo en una camioneta y el hallazgo de un segundo aparato que no se activó, colocado en las instalaciones del edificio municipal. El hecho se reportó la madrugada del lunes 11 de octubre.

El fuerte ruido de la explosión, que fue similar a la de un transformador de energía eléctrica, despertó asustados a los vecinos del barrio Buenos Aires, del cantón situado a 220 kilómetros de Cuenca.

Cuando salieron de sus casas, en medio de la sorpresa y miedo, descubrieron que un artefacto había detonado en el balde de una camioneta estacionada junto a la vivienda de un familiar del alcalde Baldor Bermeo.

Los destrozos eran evidentes. Entre pedazos de latas y vidrios había un panfleto con una advertencia contra Baldor, explicó un residente.

Se desconoce al o los autores, igual las motivaciones o circunstancias, indicó un miembro de la Policía que, junto a personal de antiexplosivos, acudió al sitio de los hechos. “Se están levantando los indicios. No existen personas afectadas”, se limitó en informar el policía.

Mientras se realizaba el levantamiento de las evidencias para determinar el tipo de explosivo utilizado por los amenazantes, se registró una segunda alerta de bomba.

El segundo artefacto se habría colocado en la parte externa del edificio municipal, igual con un mensaje de advertencia de muerte a Baldor Bermeo.

Los agentes acordonaron las inmediaciones del inmueble para tomar procedimiento, en medio del miedo y temor no solo de los vecinos del burgomaestre, sino de la toda la población que siente miedo por las consecuencias fatales que podría generar la colocaciones de nuevos artefactos explosivos.

Hasta las 10:50 del lunes 11 de octubre, la Policía no emitió ningún pronunciamiento oficial, tampoco lo hizo el amenazado Baldor Bermeo. (JM)