Julián Rea graba cada paso con su esposa desde su entrada a la parada de Quitumbe del metro de Quito, sur de la urbe, Intenta recoger con su teléfono celular cada mínimo detalle. “Vinimos desde El Coca (provincia de Orellana) para conocer. Es la primera vez que entramos”, dice.

No podía dejar de ver la obra en la que también trabajó, pues fue uno de los volqueteros que transportó la tierra que salió de las perforaciones de los túneles entre 2017 y 2018. “Hacíamos varios viajes al día hasta Pifo (nororiente) para que hoy tengamos túneles subterráneos”, cuenta emocionado.

La noticia del inicio de operaciones la tomó con alegría, aunque decidió esperar unos días hasta ver que no haya ningún cambio. “Como la otra vez ya suspendieron. Había que estar seguros”, explica.

El conductor de 63 años se siente orgulloso de su trabajo y el de sus compañeros. “En esos momentos no podíamos saber cómo iba a quedar. Todo era tierra y planos”, recuerda.

Julián se alejó de su familia por varios meses para cumplir con el trabajo que le encomendaron y en el que dejó mucho esfuerzo. “Está todo muy bonito. Quiero disfrutar de todo el trayecto”, dice.

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Salió desde El Coca pasadas las 22:00 para estar tempranito en la capital. Luego de la ‘revisión’ volverá a su tierra con la satisfacción de haber contribuido con una obra emblemática para la ciudad.

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