Gregoria Tatiana Cusme Solórzano estuvo en el lugar y el momento equivocados. Nadie imaginó que el final de esta madre de familia sería sangriento, triste y conmovedor. Su esposo y uno de sus hijos, menor de edad, fueron testigos de cómo su vida se desvaneció en plena calle.

Una mezcla de consternación, dolor e ira desencadenó este caso que tuvo como escenario la ciudadela Santa Fe 2000, del cantón Chone, en el norte de Manabí.

La noche del miércoles 17 de febrero, la señora iba en una moto junto a su esposo y una hija con dirección a una farmacia para comprar medicinas para un hijo enfermo.

Según testigos, mientras circulaban, una bala, de las múltiples que disparaban unos motorizados, impactó en su garganta y la tumbó al suelo.

Los desconocidos que protagonizaron la balacera habían llegado hasta un taller automotor, al parecer, para acabar con tres sujetos que salían de ese lugar y que resultaron con heridas de consideración.

Las cuatro víctimas fueron llevadas a una casa de salud, donde al poco tiempo se confirmó el deceso de Tatiana Cusme.

Dos de los heridos continúan asilados en el hospital, mientras que el tercero, por la gravedad del caso, fue transferido a otro cantón. (AG)