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Bala perdida cayó a pocos centímetros de su cabeza

Redacción Guayaquil
‘Mayra’ (nombre ficticio) tiene la costumbre de escuchar música antes de dormir. No lo hace con el volumen alto, para no molestar a sus vecinos. La noche del pasado lunes, se recostó en su cama y se quedó con la mirada fija hacia el techo: trataba de concentrarse para escuchar la letra de una canción.
Eran aproximadamente las 22:30. Estaba sola en la habitación, pero su hermano estaba por llegar. De repente, un sonido similar al estallido de un foco la asustó.
No sabía qué había ocurrido y no se levantó. Pasaron pocos segundos y su hermano llegó corriendo y le dijo que se levante rápidamente.
Él comenzó a revisar el lugar donde estaba la joven, de 24 años, y descubrió un proyectil a pocos centímetros del sitio donde estaba la cabeza de ella, sobre la cama.
La preocupación los invadió y llamaron rápidamente a la Policía. Mientras esperaban, la muchacha también sintió nervios y eso la hizo escuchar pasos sobre el techo, pero sus otros familiares le decían que no había nadie, que se tranquilice.
Ayer, ella aseguró que hay detalles que no recuerda de aquella noche, por el susto. Ni siquiera se le venía en mente qué canción escuchaba cuando la bala cayó en su casa, de construcción de caña guadúa y madera, en el suburbio de Guayaquil.
La joven relató que ella creció en la barriada de las calles I, entre 26 y 27, y es la primera vez que le sucede un percance así. Sin embargo, prefirió que su identidad sea reservada.