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Baleada fuera de la panadería
Tres hombres entraron al local con armas de fuego. La sobrina del dueño se llevó la peor parte.
El pequeño de cuatro meses dormía en los brazos de una de las parientes de Katheryn Ramos Ramos, su madre.
Todos los familiares esperaban afuera de la morgue por el cuerpo de la muchacha, de 23 años, luego de haber sido víctima de la delincuencia.
Todo ocurrió a las 22:00 del viernes, cuando Jorge Ramos (tío de la fallecida) guardaba su vehículo y se disponía a cerrar su panadería ubicada en la calle Ángel Ludeña, en Cotocollao, norte de Quito. “Yo vi el reloj un poco antes de guardar el carro”, relató.
Ramos solo escuchó los gritos de su esposa y su sobrina. Él corrió por la parte trasera de la panadería y escuchó el sonido de un balazo. Cuando entró al negocio vio a la muchacha tendida en el suelo. “Estaba muerta, ya no había nada que hacer”, dijo llorando.
Su esposa y él lograron aferrarse a dos de los supuestos asaltantes, pero el hombre recibió un golpe con una de las armas de fuego, quizá la misma que le quitó la vida a Katheryn. “Me cogieron varios puntos en la cabeza y tengo otro golpe en el hombro”, contó. La chica recibió un balazo en la cabeza.
Katheryn vivía en casa de su tío y hace cuatro meses dio a luz a un varón. Aún así no se había retrasado en la realización de su tesis para graduarse como ingeniera en sistemas. “Ya le faltaba poco, no entiendo cómo algo así le puede pasar a alguien que no le hace daño a nadie”. Según los primeros informes policiales, el cadáver presentaba una “herida con similares características a las del paso de un proyectil, a la altura de la región temporal izquierda”.
Esa noche, Jorge y su esposa no dejaron que los responsables huyeran. Pidieron ayuda a unos taxistas, también algunos moradores se unieron y persiguieron a los tres hombres de nacionalidad venezolana que minutos atrás entraron a la panadería para intimidar y exigir el dinero del negocio.
Varias cuadras más adelante, en las calles Sabanilla y avenida De la Prensa, lograron interceptar a los malhechores dentro de una vivienda. Los detenidos fueron identificados como Dannykel Gonzales, Enrique Flores y Dixon Aguirre.
Los vecinos están asustados por la violenta muerte de la muchacha, aunque afirmaron que no es la primera vez. “Hace unas semanas apuñalaron a un señor al frente, decían que tenía 5 mil dólares”, dijo una moradora. Asaltos y arranches en moto también son delitos frecuentes en la zona, según los vecinos.
El cuerpo de Katheryn fue llevado a la morgue para realizarle la autopsia correspondiente, mientras los sospechosos fueron llevados a la Unidad de Flagrancias.