El susto que se llevó Darwin Fernández Espinoza, no lo olvidará nunca. Él es agricultor y como todos los días salió de su casa en el recinto Caimito, en Yaguachi, para dirigirse a cumplir con su jornada laboral.

Eran poco más de las seis de la mañana y, a doscientos metros de la vía principal de ingreso al caserío, observó un bulto extraño. Cuando se acercó, confirmó que se trataba de un cadáver.

A los pocos minutos pasó Jarry Manuel Ortega, otro habitante de la zona. Él iba en moto con un familiar y también fue sorprendido por el cuerpo de José Gregorio Usiña Salgado, de 58 años, quien tenía antecedentes penales por tenencia y posesión ilícita.

Ante el hallazgo, personal de la Dirección Nacional de Delitos contra la Vida, Muertes Violentas, Desapariciones, Extorsión y Secuestro (Dinased) Milagro llegó al sitio y junto a Criminalística, acordonaron el área para buscar indicios que ayuden a determinar qué fue lo que pasó con el individuo.

Al revisar al cadáver, confirmaron que en la cabeza presentaba varios orificios de arma de fuego. Lo que está por determinar es si fue ejecutado en el mismo sitio donde lo encontraron o solo dejaron el cuerpo en el lugar, aprovechando lo desolado del sector.

El cadáver fue llevado a la morgue de Milagro en donde se podrá conocer, a través de la autopsia, cuántos impactos de bala recibió.