Bolón de verde para el alma
Dos 'monas' sueltas en Guayaquil le cuentan a EXTRA lo que extrañan: salir a la playa por las noches y comer plátano verde.

El bolón de verde es uno de los platos que más extrañan los guayacos que viven lejos de la Perla.
Un bolón de verde o una frase directa, pero con acento ‘guayaco’, calman la nostalgia de Mishel Martillo y Berioska Aragundi, dos ‘monas’ residentes en Quito.
Y la forma particular de hablar de los guayaquileños es otra de las cosas que añora con alegría, “en ocasiones, ser así, provoca decir imprudencias”.
Berioska es cantante y tiene 25 de sus 45 años viviendo en Quito. El amor y la música la llevó a establecerse en la capital, pero no olvida que en Guayaquil “siempre estamos de fiesta”.
Tras divorciarse volvió a la Perla del Pacífico, pero sus dos hijos no se acostumbraron al clima tropical y ajetreo de la ciudad. De regreso a Quito.
Pero ella, a donde vaya, lleva su esencia ‘guayaca’, por ejemplo, eso que distingue a los porteños: el dialecto. “Tenemos esa forma de hablar, de usar la palabra ‘ñañita’, siempre es un identificativo”.
Algo más, en Quito saben bien que es una ‘mona’ por sus faldas cortas. “Es que siempre andamos con calor”, refiere.