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Las bancas de la zona se usan para instalar la ‘chupa’.Alex Lima / EXTRA

Borracheras y escándalos siguen sin control afuera de la Universidad de Guayaquil

Residentes y comerciantes están cansados por la venta informal de licor y el bullicio que generan las constantes fiestas en plena calle

La cosa no ha cambiado nada. La borrachera y la fumadera en los exteriores de la Universidad de Guayaquil siguen como siempre: descontroladas.

Diario EXTRA denunció hace un año, en una serie de reportajes, los incidentes causados por ciertos ‘alumnos’ que van a dicha universidad, pero no a estudiar, sino para instalarse allí y armar tremendos farrones.

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En ese entonces, las autoridades realizaron operativos y dispusieron que patrullas ronden la zona. Esto hizo que el problema acabara momentáneamente, pero en cuanto se relajaron los controles, los relajosos volvieron con más ‘sed’ que antes.

Ahora no solo se instalan en las jardineras y bancas a lo largo de la calle Quisquís, en la parte posterior de la universidad, sino que también parquean carros con parlantes enormes para poner música a todo volumen, generando malestar en los residentes y comerciantes de la zona.

Blanca Castro, una de las habitantes del sector, expresó su molestia por esta situación, que si bien se da de forma algo moderada entre lunes y miércoles, los jueves y viernes se convierte en algo invivible, manifestó.

“No te puedes parquear, hay un bullicio horrible, ponen esos (carros) tunning, cuyos (sonidos) graves a todo volumen te hacen retumbar toda la casa. Las borracheras a veces son hasta pasada la una de la mañana. Y ni hablar del vocabulario que manejan esos muchachos. No dicen más de tres palabras sin incluir alguna majadería”, se quejó.

¿Qué dijo el alcalde Aquiles Álvarez sobre la venta de licor afuera de la Universidad de Guayaquil?

Un ciudadano en estado etílico tuvo que ser despertado por agentes metropolitanos.Alex Lima / EXTRA

El alcalde Aquiles Álvarez tiene pleno conocimiento de esta situación. El pasado miércoles 14 de mayo escribió en su cuenta de la red social X: “No vamos a permitir que el malecón del Salado, un espacio para la familia y el descanso, se convierta en cantina. A los informales que expenden licor en la vía pública: se les acabó el desorden. Operativos van a seguir y se van a intensificar”.

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Pero un mes después, este espacio sigue siendo cantina y los comerciantes informales siguen vendiendo alcohol y generando desorden en la vía pública.

“Esto es un problema serio. No tanto por los estudiantes que se ponen a tomar, porque por último generan ingresos a los negocios de la zona y eso nos conviene. El problema es la gente de otros lados que se viene a instalar. Aquí se ve a gente armada que viene hasta a vender drogas”, reveló el administrador de un negocio de fotocopias y servicio técnico de celulares, quien prefirió no identificarse por seguridad.

Durante un recorrido de EXTRA por el sitio el jueves 12 de junio, se comprobó que a las 20:00 alrededor de cien personas estaban libando y parrandeando en la vía pública. A pocos metros, al ingreso de la universidad, una patrulla de la empresa municipal de seguridad Segura EP estaba instalada, pero los agentes no hacían nada para evitar las contravenciones.

Así, sintiéndose respaldados y hasta cuidados por los uniformados, los borrachos se mostraron avezados y confrontativos. “Ahí vienen de nuevo esos ‘sapos’ de EXTRA a joder”, “No sean sufridores, vayan a fregar a otro lado”, “‘Sáquensela’ que les tiramos piedra”, fueron algunas de las quejas y amenazas que lanzaron al equipo periodístico de este Diario.

Autos modificados llegan al sector, con parlantes con música a todo volumen.Alex Lima / EXTRA

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