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En Cuenca se reemplazarán buses urbanos
Se contratará un estudio de factibilidad para determinar si es necesario o no un incremento en la tarifa.

La Universidad de Cuenca presentó una propuesta de estudio técnico y económico para analizará cuáles son los costos e ingresos por la prestación de este tipo de transportación.
La Cámara de Transporte Urbano de Cuenca reemplazará varias de sus 475 unidades que prestan el servicio público urbano, explicó el presidente de la Cámara, Wilmer Bravo. El dirigente no precisó cuántos buses serán cambiados, pero dijo que se financiará con el dinero proveniente de la compensación entregada el 5 de julio por el Concejo Cantonal a cambio de los pasajes diferenciados en beneficio de los menores de edad, adultos mayores y personas con capacidades especiales, subsidio que el Gobierno central dejó de entregar a los transportistas.
“No es una renovación, las unidades cambiadas pasarán al servicio del transporte público rural”, advirtió Bravo. Además, aclaró que el número de buses nuevos será en base a los 2’850.600 dólares ofrecidos por el Concejo Cantonal, que con el carácter de retroactivo debe entregar el ayuntamiento, desde octubre del 2015 hasta agosto del 2016, de cuya cifra obtuvieron el pasado 25 de agosto, el 50% (1’425.000 dólares). Y deberán recibir hasta que este organismo revise el incremento del valor del pasaje y que hace tres años está en 25 centavos de dólares, y se aspira a que eleve a 42 centavos, indicó Wilmer Bravo.
El gerente de la Empresa Municipal de Movilidad (EMOV), Alfredo Aguilar, refirió que este se contratará un estudio de factibilidad. El análisis tendrá un costo de 120 mil dólares y permitirá determinar si es necesario o no un incremento en la tarifa.
La Universidad de Cuenca presentó una propuesta de estudio técnico y económico con que se analizará cuáles son los costos e ingresos por la prestación de este tipo de transportación, anotó Aguilar. Los resultados finales serán puestos en conocimiento del Concejo Cantonal de Cuenca, que es el órgano encargado en última instancia de autorizar o no que se dé un alza. Se estima que esto sería en los primeros meses de 2017.
Carlos Sánchez, usuario de la línea 22, aspira a que el valor del pasaje no se incremente a 42 centavos de dólar. “El servicio es bueno, pero no estamos en capacidad de pagar más allá de 30 centavos. Con un sueldo básico, y siendo cuatro las personas que usamos los buses en mi hogar, se torna imposible pagar lo que los dueños de buses aspiran” dijo.
Martha Peláez considera que “pagaría hasta los 35 centavos, siempre y cuando se brinde mayor seguridad a los pasajeros, evitando el exceso de personas en los micros, hecho que da lugar a los robos de nuestras pertenencias”.