Joselyn Sánchez fue la primera persona encarcelada por el femicidio de María Belén Bernal, ocurrido el 11 de septiembre de 2022, en la Escuela Superior de Policía, en Quito.

Al principio fue procesada por el delito de desaparición involuntaria y luego le cambiaron la figura penal.

Más tarde se filtró un audio en el que la cadete, supuestamente, dice que tuvo relaciones íntimas con Germán Cáceres (autor confeso del crimen), horas después del hecho.

Sin embargo, el panorama de la cadete cambió tras la captura de Cáceres. Luego de cuatro meses de estar en ‘cana’, la Fiscalía solicitó al juez del caso la realización de una audiencia para revocar las medidas cautelares en contra de Sánchez. Esta se realizará el miércoles 18 de enero en la Unidad Judicial de Carcelén.

Inconsistencias

La abogada Nathaly Salazar, experta en Derecho Penal, explicó que la cadete fue una rehén del sistema de justicia mientras Cáceres estuvo prófugo. “Sin detenido en el caso, quedaba desvirtuado que existe una administración de justicia idónea”.

La experta añadió que hubo una presión política, mediática y del Gobierno para que el hecho no quedara impune frente a la sociedad.

En materia jurídica, Salazar mencionó que se vulneraron varios principios como el de la objetividad y el de presunción de inocencia. “La tacharon como coautora, no como cómplice. Y desde un punto de vista de género (la amante)”.

La jurista añadió que la Fiscalía debió seguir un orden secuencial para aplicar la prisión preventiva en contra de Sánchez como última alternativa, pero lo hizo desde el inicio “burlando la normativa”.

Salazar indicó que luego de la audiencia de la cadete, lo más probable es que le coloquen un grillete electrónico y le pidan que se presente periódicamente ante la autoridad.