El sicariato de un hombre de 33 años fue la 'película de terror' de la tarde de este sábado. El hombre, que era conductor de tricimotos, murió junto a su vehículo de trabajo, en una colina del barrio Guerreros del Fortín, en el noroeste de Guayaquil.

El sol golpeaba con intensidad y las familias se agolpaban en los toldos de su hogar. Los padres, en la acera de sus viviendas, sacaron sillas para ver el drama, mientras los seres queridos de la víctima lloraban a escasos metros.

“Esta persona circulaba en su motocicleta hasta su domicilio y fue interceptado por dos personas, quienes le dispararon en varias ocasiones, causándole la muerte”, dijo el teniente coronel Óscar Orellana, subjefe del distrito Nueva Prosperina.

Orellana añadió que el occiso era conocido en el sector por transportar personas desde la entrada a la 8 y que, al parecer, no tendría amenazas, pero que el sicariato está en investigación.

En cuanto al arma utilizada, las autoridades aseguraron que sería un revólver, dado que no se levantaron indicios balísticos en el lugar del crimen.

El sujeto no tenía antecedentes. Sin embargo, un vecino del sector mencionó que sí podría estar amenazado, pero esta versión no ha sido corroborada.