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Tres exámenes tan incómodos como necesarios
¿Con añitos encima y sin ir al médico? Ya nada, Extra te recomienda las pruebas que una vez ya ‘madurito’ no puedes dejarte de hacer.
Sacarse sangre de un solo pinchazo, cualquiera lo soporta. La dificultad de los exámenes aumenta con la edad. Ahí es donde aparecen los más incómodos y en ese nivel, hay tres que solo dan ganas de cruzarse de piernas para que ningún objeto extraño pase: colonoscopía, el de próstata y papanicolau.
Y en serio, los años que tengas son importantes. Si evitas cualquiera del trío antes mencionado hay un riesgo y se llama cáncer: cáncer al colón, a la próstata y al cuello del útero.
Para que estés más atento, los síntomas los puedes revisar dándole clic a cada anomalía referida.
¿Será que ya me toca?
Lo del papanicolau es fácil de determinar: si ya tienes una vida sexual activa, va porque va. Si nos queremos poner teóricos, el Instituto Nacional de Cáncer, manda que “las mujeres de 21 a 29 años de edad se deberán hacer esta prueba cada 3 años”.
Ya cuando tienes de 30 a 65 años los controles se hacen más espaciados, es decir te haces uno y respiras aliviada por los siguientes 5 años. Lo siguiente ya es cuento: se viene encima ser adulta mayor y hay que prepararse para los descuentos.
En cuanto al bienestar del colón y la próstata, el doctor Rogelio Morales sabe a los que les toca y a los que todavía no.
Aunque precisa que hay casos excepcionales: “Han habido pacientes de 20 o 22 años que se han muerto de cáncer de recto, no es la regla, pero ha pasado”.
Tanto para la colonoscopía y el tacto de la próstata, los 40 son la edad para estar prevenidos y convencerse de que ya es hora de ir a visitar al médico. Claro que el segundo se puede retrasar unos 10 años más sino hay herencias familiares a la vista.
Ya, pero...¿Qué es lo que me introducen?
El coloproctólogo Morales asegura que en el caso de la colonoscopía lo que se usa es un tubo flexible de metro y medio que se introduce por el recto. ¡Auch! Sí, pero igual tranquilo porque aquí también la anestesia da la mano para que no sientas nada.
Hacerlo es más que necesario y aquí te explicamos porqué: “El 95% de los cánceres de recto se da en los últimos 30 centímetros del intestino”
Este especialista también practica exámenes de próstata y explica cómo se hacen: “Es observar el área, tacto rectal con palpación y rectosigmoidoscopia”. Claro, nadie escapa del dedo enguantado y lubricado que pasará por el ano.
De todas maneras, calma; el doctor asegura que este momento solo dura cinco minutos y el del colón, máximo 20.
Ahora que si se trata del papanicolau es la hora de presentarles al espéculo o mucho más conocido como ‘pico de pato’ por su forma de tenaza redondeada.
Esta herramienta permitirá abrir las paredes vaginales para que luego entre en acción un cepillo pequeño, que una vez llegado al cuello uterino girará cinco veces. Su meta es recoger células y determinar si hay riesgos de cáncer o si todo bien por ahí abajo.
¿Te sonó sencillo? Pues les consultamos a nuestros lectores y aunque la mayoría han superado los temores de someterse a pruebas así, está muy peleado con lo que todavía sienten miedo, que son el 41% de las 83 personas que votaron.