Exclusivo
Actualidad

Este 2018, en el país el festejo iniciará el sábado 10 y se extenderá hasta el martes 13 de febrero.ÁLEX LIMA

El Carnaval ecuatoriano, más allá de las tradiciones

A nivel nacional se realizan actividades como desfiles, carros alegóricos llenos de flores, frutas, juegos, banquetes, bailes y diversión en general.

El Carnaval es una celebración que tiene lugar inmediatamente antes de la cuaresma cristiana que se inicia con el Miércoles de Ceniza, y que tiene fecha variable entre febrero y marzo según el año.

Este 2018, en el país el festejo iniciará el sábado 10 y se extenderá hasta el martes 13 de febrero.

A nivel nacional se realizan actividades como desfiles, carros alegóricos llenos de flores, frutas, juegos, banquetes, bailes y diversión en general.

Pero vamos más allá de lo que ya conocemos...

Orígenes de la fiesta

La celebración del Carnaval tiene su origen en fiestas paganas, como las que se realizaba en honor a Baco, el Dios de vino, las saturnales y las lupercales romanas o las que se realizaban en honor del buey Apis en Egipto.

Según algunos historiadores, los orígenes de esta festividad se remontarían a la Sumeria y el Egipto antiguos, hace más de 5000 años, con celebraciones muy parecidas en la época del Imperio romano, desde donde se expandió la costumbre por Europa, siendo llevado a América por los navegantes españoles y portugueses a partir de fines del siglo XV.

En Ecuador, el registro más antiguo que prohibía el juego con agua fue el decreto expedido por el Congreso de 1868.

Pero no solo las autoridades adoptaron esa medida. Se conoce que en el siglo XVII los jesuitas exponían al Santísimo Sacramento en la iglesia de la Compañía, durante los tres días del Carnaval, “para evitar los juegos con agua, muy propios del demonio”.

En aquella época, el Obispo de la ciudad de Quito amenazó con la excomunión a todo aquel que jugara al Carnaval. Asimismo atribuía a este juego el motivo principal del terremoto de Píllaro en 1755.

Pese a todas esas prohibiciones y amenazas, el juego de Carnaval se mantiene hasta la actualidad.

Según información de la página goraymi.com, Patricio Sandoval, investigador del Instituto Iberoamericano de Patrimonio Natural y Cultural (Ipanc), asegura que las raíces del Carnaval ecuatoriano están vinculadas con la fiesta indígena de fin de año solar o Paucar Huatay, una de las cuatro más grandes del año.

Esto quiere decir que el Carnaval es la culminación del ciclo agrícola y la inauguración de otro.

Él explica que en las zonas andinas, por ejemplo, se trata de una fiesta comunitaria que robustece el sentido de la organización, mientras el Carnaval de los mestizos, en contraste con los rituales indígenas, termina con el inicio de la Cuaresma.

Destaca además que pese a todo, el festejo tiene la virtud de unir o encadenar a los pueblos a través de la comida, agua y coplas.

Así lo festeja el país

Ambato y Guaranda, por sus característicos festejos con desfiles alegóricos masivos, constituyen el centro de la atención.

Por ejemplo en Guaranda, existe un desfile de carros alegóricos, identificando diversos temas y la mayoría de comparsas baila el tradicional himno carnavalero llamado “El carnaval de Guaranda”.

Ambato no se queda atrás con su tradicional “Fiesta de las Flores y las Frutas” donde se realizan comparsas culturales, desfiles de carros alegóricos decorados con flores y frutas de la zona, y la participación de delegaciones de otros países para desfilar en el evento.

Mientras en el cantón Guano se celebra el gran corso de carnaval, siendo esta la mayor atracción. Por la noche se disfruta de juegos pirotécnicos y de artistas de renombre nacional e internacional.

Ciudades como Guayaquil han ido cambiando la antigua costumbre de juegos con agua, tinta, harina y aceite, por la de shows artísticos, desfiles con carros alegóricos, comparsas, entre otras muchas actividades.

Pese a esto, existe gente que aún practica esta tipo de festejo pero en grupos de familiares y amigos.

Otras ciudades como Cuenca, Quito y Latacunga también presentan desfiles de comparsas y carros alegóricos; y su gente aún mantiene la tradición mojarse en las calles.