Lo que comenzó como un escándalo sexual cargado de morbo, identidades cruzadas y videos explícitos, ahora tiene nuevas revelaciones que han dado un giro al caso que estremeció a China: La Hermana Hong. 

(Lea también: ¿Quién es 'Sister Hong'?: Habría grabado en secreto a hombres teniendo intimidad)

El protagonista es Jiao, un hombre de 38 años que se hacía pasar por mujer en redes sociales bajo el seudónimo de ‘Sister Hong’ (Hermana Hong), y que fue arrestado el 5 de julio de 2025 en Nankín, en la provincia de Jiangsu (China), por grabar y difundir encuentros sexuales sin consentimiento.

Durante semanas, circularon rumores exagerados que afirmaban que más de 1.600 hombres habían sido víctimas de este engaño. Sin embargo, según la nueva información policial, revelada por el medio local rfi.fr el número real de personas que cayeron en la trampa sexual fue 237. Una cifra considerable, pero muy por debajo de la versión viralizada en redes sociales y en medios internacionales.

¿Cómo conseguía la Hermana Hong a sus víctimas?

Jiao, aprovechando filtros, maquillaje, pelucas y software para alterar su voz, se presentaba en internet como una mujer experimentada sexualmente, ofreciendo encuentros íntimos sin costo en una pequeña habitación. 

La única ‘retribución’ que pedía a cambio eran productos como frutas, leche o papel higiénico, lo que muchos interpretaron como una estrategia para evitar cargos por prostitución. Sin embargo, la verdadera intención era otra: grabar en secreto los encuentros y luego vender el material en línea.

Los videos, que circularon sin censura en plataformas como X (antes Twitter), mostraban cómo los hombres, conscientes de la naturaleza sexual del encuentro, ingresaban al cuarto y se desnudaban sin reparos. 

Aunque muchos asumieron que estos actos eran consensuados, la policía determinó que ninguno de los involucrados autorizó la grabación ni la posterior difusión, lo que derivó en el cargo formal de “difusión de materiales obscenos”.

¿Hubo contagios de VIH en el caso Sister Hong?

Uno de los elementos que más alimentó la controversia fue el miedo colectivo sobre un posible brote de enfermedades de transmisión sexual, especialmente VIH. No obstante, la plataforma Douyin y la policía local desmintieron los rumores: no hay evidencia de que alguien se haya contagiado de VIH por este caso.

Un detalle que ha capturado la atención del público fue la reacción que se muestra en uno de los metrajes de uno de los hombres —según informes locales, un profesor extranjero robusto— quien, al descubrir que la ‘mujer’ con la que iba a acostarse era en realidad un hombre, dijo: “Ya que estamos aquí, sigamos teniendo relaciones sexuales”. La frase ha sido replicada con asombro, burlas y hasta memes en redes sociales chinas.

El caso de la ‘Hermana Hong’ ha abierto un debate en China sobre consentimiento, privacidad, identidad de género y salud pública, mientras se convierte en uno de los episodios más virales y desconcertantes del año en el país asiático.

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