“Si no lo operan, puede morirse… pero el médico llega el lunes”: así comenzó el calvario de Fernando Álvarez, camarógrafo de un medio tradicional en Quito, quien sufrió un sangrado grave en el cerebro el 19 de junio y tuvo que esperar tres días para ser intervenido en un hospital del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS).

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Cerca de las 18:20 de aquel jueves, mientras este hombre de 58 años limpiaba su cámara en el trabajo, un fuerte dolor de cabeza lo mareó, y cuando estaba por desvanecerse, sus compañeros lo auxiliaron y llamaron a una ambulancia.

Fue trasladado a un hospital privado donde le diagnosticaron una hemorragia subaracnoidea, una condición grave que ocurre cuando hay sangrado en el cerebro y las membranas delgadas que lo cubren.

Pero la cirugía en ese centro médico costaba 90 mil dólares, una cifra inalcanzable. Su esposa, Belén Ruiz, incluso cree que el estrés provocado por una deuda de 50 mil dólares pudo haber influido en el episodio. No les quedó más opción que acudir al hospital Carlos Andrade Marín, del IESS.

Ahí la situación empeoró. Según relató Belén, les informaron que el médico especializado no estaría disponible hasta el lunes. Además, el equipo para hacerle una angiografía -un procedimiento clave para abordar su caso- no funcionaba.

“El doctor tratante salió y nos dijo que es grave, que si no lo atienden pronto puede morirse. Pero que el médico llega recién el lunes. Solo lo están medicando para calmar el dolor”, contó Belén a EXTRA.

Aunque consciente, Fernando debía ser sedado con frecuencia. Conversaba con su esposa, le pedía que se quedara. “Yo tenía que irme por nuestra hija de 13 años, que estaba sola. Él lo entendió”, dijo Belén.

Las condiciones hospitalarias tampoco ayudaban. “Cada vez que entraba, estaba descobijado. Yo misma le arreglaba la cobija. Los guardias dan mala atención, tratan a la gente ‘de la patada’, incluso a mí me gritaron. Uno tiene que vigilar todo y darles vuelta a cada rato a los pacientes”.

Exposición del caso

Fue la periodista María Fernanda Suasnavas, amiga y excompañera de Álvarez, quien visibilizó el caso en redes sociales. En un hilo en X dirigido al director del IESS, Edgar Lama, escribió: “¿Cómo es posible que después de dos días pidiendo atención médica urgente, recién hoy (21 de junio) se haya subido a un paciente con hemorragia cerebral a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI)?”.

Su denuncia se viralizó y alcanzó a más 100.000 usuarios. Poco después, las autoridades intervinieron. Según relató Suasnavas, el propio director del IESS respondió al mensaje y se movilizó para acelerar la atención.

La mañana del domingo 22, Fernando fue trasladado a la Clínica Colonial del Centro Histórico, donde finalmente comenzó a recibir atención especializada a través del IESS. “Ahora sí tenemos horarios claros para el procedimiento, las visitas y los siguientes pasos. Por fin sentimos que alguien se está haciendo cargo”, expresó Belén.

Sin embargo, esta esposa reconoce que fue gracias a la presión pública que Fernando recibió atención médica. Lamenta, eso sí, que otros pacientes del sistema no corran con la misma suerte.

EXTRA solicitó al departamento de comunicación del IESS información oficial sobre la falta de atención especializada a Fernando Álvarez el fin de semana, incluyendo disponibilidad médica, protocolos ante hemorragias cerebrales e investigaciones internas. Hasta el cierre de esta edición, no hubo respuesta.

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