Cuando al cabo de Policía Jonathan Través se le acercaron otros agentes para preguntarle por qué se acababa de lanzar de un vehículo en movimiento, él les habría dicho que se estaba defendiendo de unos sujetos y que, de manera accidental, con su arma de dotación había disparado a su cónyuge, Katherin Cingaña, de 28 años. 

Sin embargo, su historia fue desacreditada por los mismos uniformados, porque habían sido testigos del hecho, ocurrido en el norte de Quito, el 3 de mayo de 2023 (ver infografía).

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Través fue procesado al día siguiente por tentativa de femicidio. En esa misma jornada, falleció Cingaña. Por eso, el 25 de mayo le reformularon cargos por femicidio, delito por el que ahora -como expolicía- enfrenta una audiencia de juzgamiento, en la que podría recibir una sanción de 22 a 26 años de prisión, sin considerar agravantes.

La mañana del viernes 22 de marzo de 2024, la diligencia en su contra se instaló en el Complejo Judicial Norte, en la capital, y hasta el cierre de esta edición continuaba.

Como parte de los elementos que buscaba la Fiscalía para sustentar el femicidio, fueron realizadas pericias a los familiares de la víctima para establecer que Cingaña ya había sufrido agresiones físicas y psicológicas.

Los familiares han relatado que Jonathan Través los habría manipulado. En una entrevista con EXTRA, el papá de la víctima, Franklin Cingaña, contó que el entonces cabo les había dicho que acababa de recibir el pase a Guayaquil y que el 1 de mayo, dos días antes del crimen, viajaría. Sin embargo, no lo hizo. Para los allegados, habría sido una historia que creó como parte de un supuesto plan para acabar con la vida de su pareja.

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