Elizabeth Otavalo, madre de María Belén Bernal, revivió este martes 27 de septiembre, los momentos dolorosos que vivió desde el 11 de septiembre, cuando su hija desapareció. Hizo un recuento frente a la comisión de Garantías Penales.

Hasta allí llegó un grupo de mujeres activistas por los derechos, gritaron consignas y acompañaron a Otavalo. En su intervención fue firme: exigió celeridad y transparencia en el esclarecimiento del asesinato de Bernal, ocurrido en la Escuela Superior de Policía.

Dijo además que dentro del proceso hubo trabas y que incluso la Policía empezó la búsqueda sin instrumentos ni una hoja de ruta. "Fuimos con 20 personas a un lugar por si acaso. A las ocho de la noche (del 15 de septiembre) le dije al Coronel (a cargo) que me dé la planificación y no tenía", aseveró.

Una semana después se unieron los equipos del Cuerpo de Bomberos de Quito, Municipio y sociedad civil, recalcó sobre todo que entidades gubernamentales como la Secretaría de Derechos Humanos o Defensoría del Pueblo no le dieron acompañamiento en los primeros días de búsqueda.

Siguió insistiendo y no fue sino hasta el 20 de septiembre que le dijeron "que parecía haber indicios en el Casitagua". Sin embargo, a la una de la mañana del 21, los uniformados fueron al sitio sin la familia. Avanzado el día llamaron a Otavalo. "Tuvieron tiempo hasta de arreglarla", reclamó.

Cuestionó el manejo de la justicia en torno al caso, la fuga de Germán Cáceres, el principal sospechoso del crimen y sobre todo que haya solo una cadete detenida.

"Detienen a la cadete y qué pasa con los oficiales, con las personas que estaban a cargo de la Escuela. No hay ningún detenido. ¿Qué están ocultando? ¿Dónde estamos yendo? ¿Por qué no dicen la verdad? Hay un espíritu de cuerpo latente que no se rompe", aseveró.

Esta comparecencia o es parte del proceso de control político que inició la Comisión a las acciones que implementadas por las autoridades en torno al caso. También fue convocada a la comisión de Justicia y al pleno de la Asamblea Nacional.