El fallo que sentenció por terrorismo a los once atacantes de TC Televisión no reconoció que portaban, colocaron o usaron explosivos, lo que a juicio de la Fiscalía desvirtúa la gravedad del ataque, que fue transmitido en vivo el 9 de enero de 2024. Por eso, la institución apeló la sentencia, al considerar que sí se probó ese acto extremo durante el juicio.

Según el recurso presentado por el fiscal Carlos Bonoso, la resolución omitió uno de los elementos centrales del caso: que los implicados ingresaron al canal armados no solo con fusiles, sino también con material explosivo, el cual (según las pruebas expuestas) fue transportado e incluso colocado dentro del edificio.

En su apelación, la Fiscalía insiste en que este hecho quedó demostrado a lo largo del proceso y que minimizarlo contradice la magnitud del terror que vivieron las víctimas y el país.

El temor de Negro Willy

Actualmente, Negro Willy se encuentra detenido en España, desde octubre de 2024, donde fue capturado junto a su hermano con documentación falsa. Ecuador ha solicitado su extradición, pero él se opone alegando que su vida corre peligro si es trasladado al país. Así lo dijo durante una audiencia en Madrid el reciente jueves 24 de abril.

Pese a ello, la Fiscalía ecuatoriana lo considera el autor intelectual del asalto al canal. Según informes, fue él quien ideó y dirigió la operación, con el objetivo de sembrar miedo y forzar la transmisión de un mensaje en vivo que demostrara el poderío de su organización.

La apelación de un sentenciado 

Además de la Fiscalía, uno de los procesados, Charles Gonzalo Suárez Vera, también presentó su propio recurso de apelación a través de su defensa, para revertir su condena.

El proceso continuará en la Sala de Garantías Penales Especializadas para Delitos de Corrupción y Crimen Organizado, que deberá analizar ambos recursos y emitir una resolución definitiva.

¿Qué pasó el día del suceso?

Aquel 9 de enero de 2024, 13 hombres armados irrumpieron en vivo en el set de TC Televisión en Guayaquil. Con fusiles, granadas y gritos de amenaza, se tomaron el canal y mantuvieron retenidos a empleados durante más de 30 minutos, hasta que la intervención policial evitó una masacre.

Durante la investigación, Criminalística transcribió el contenido exacto de lo dicho por los atacantes mientras mantenían el control del set. Los videos de las cámaras del canal y los registros de redes sociales fueron claves para individualizar responsabilidades.

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Uno de los elementos con más peso durante la investigación para vincular al presunto mentalizador fue la videollamada sostenida en tiempo real entre los atacantes y Willian Joffre Alcívar Bautista, alias Negro Willy, cabecilla de Los Tiguerones. Según las pruebas, él habría dado instrucciones directas mientras se cometía el atentado.

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