El cierre de un chifa en el centro de Guayaquil, el pasado 4 de junio, por parte de la Agencia Nacional de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria (Arcsa) generó revuelo nacional. La intervención se realizó en un restaurante de comida asiática ubicado entre las calles Chile y Aguirre. El local operaba en condiciones higiénicas alarmantes por lo que la misma entidad lo llamó "el chifa del terror".

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Durante la inspección, Arcsa halló cucarachas en la cocina, utensilios oxidados, personal fumando mientras manipulaba alimentos, una anguila muerta sin refrigeración, y varios cráneos congelados, lo que desató especulaciones sobre el posible uso de carne de perro o fauna silvestre.

Cráneos eran de chancho, no de perro

Ante la preocupación ciudadana y el crecimiento de desinformación en redes sociales, el Ministerio del Ambiente intervino para analizar los restos óseos encontrados. El informe se hizo público este viernes 6 de junio.

Según una publicación en la cuenta de X de la Dirección Zonal 5 del Ministerio de Ambiente, especialistas en fauna silvestre realizaron un análisis morfológico basado en estructuras óseas. 

Se evaluaron características como la forma craneal, la estructura dentaria y las mandíbulas. El resultado fue concluyente: “Los restos corresponden a porcino doméstico (Sus scrofa domestica), y no a fauna silvestre ni caninos”, confirmó la autoridad ambiental en un informe oficial.

Con esta evaluación, se descartó cualquier vinculación con especies prohibidas, mascotas o tráfico ilegal de animales.

La noticia del hallazgo de restos congelados encendió las alarmas en redes sociales e incluso se especuló sobre el nombre del establecimiento que al parecer es bastante conocido en la urbe. Versiones en redes sociales ya señalaron que se trataba de carne de perro, generando una ola de indignación. 

Otros chifas clausurados

Este no es un caso aislado. En ciudades como Quito, otros chifas fueron clausurados por malas condiciones sanitarias, acumulación de grasa, presencia de insectos y manipulación indebida gas. En uno de los establecimientos, ubicados en Quitumbe, se ponían piedras sobre las válvulas de los cilindros para evitar fugas.

“Este tipo de condiciones ponen en riesgo a todos. El manejo irresponsable del gas y las deficiencias sanitarias son infracciones graves que no pueden pasar por alto”, enfatizó Mario Puente, líder zonal de la AMC en Quitumbe, quien encabezó el operativo.

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