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Joven amaneció muerto en clínica clandestina de Guayaquil
Las condiciones en las que funcionaba el sitio eran deplorables, afirmó el jefe zonal de la Dirección Nacional de Delitos Contra la Vida (Dinased), coronel Julio Navarro.
Las condiciones en las que funcionaba el sitio eran deplorables, afirmó el jefe zonal de la Dirección Nacional de Delitos Contra la Vida (Dinased), coronel Julio Navarro.
Jefferson Haro, de 22 años, fue ingresado la tarde del miércoles a un centro clandestino para el tratamiento de adicciones de droga y este jueves 24 de enero de 2019 amaneció sin vida, sobre el colchón que le habían asignado para dormir.
El hecho se registró en las calles 31 y Sedalana, del suroeste de Guayaquil.
Wendy Medina, quien se identificó como pastora del lugar, explicó que su esposo es el propietario y confirmó que no tenían permisos, pero alegó que sus intenciones eran sólo ayudar a jóvenes consumidores.
Sin embargo, las condiciones en las que funcionaba el sitio eran deplorables, afirmó el jefe zonal de la Dirección Nacional de Delitos Contra la Vida (Dinased), coronel Julio Navarro.
La muerte habría sido por causas naturales, probablemente por un consumo excesivo de drogas antes de que el joven fuera ingresado, acotó el oficial.
Pero los familiares del fallecido sospechan que pudieran haberle suministrado alguna sustancia que le causó la muerte. Por eso, el cadáver será trasladado al Laboratorio de Criminalística y Ciencias Forenses.
Adrián Chica, un allegado, detalló que pagaron 50 dólares por la inscripción de Jefferson y que los siguientes pagos serían voluntarios, de acuerdo a las posibilidades económicas de la familia.
En el lugar había alrededor de 20 internos, entre hombres y mujeres, incluso menores de edad, mencionó el jefe zonal de la Dinased.